Vilanova estrenó ayer cierre perimetral tras ver como el número de positivos existentes en el municipio se escapaba hasta superar los 300 casos por cada 100.000 habitantes, unas cifras que colocan a este ayuntamiento muy por encima de los niveles de riesgo. Desde primera hora de la mañana, una de las imágenes más repetidas era el cierre completo de los establecimientos hosteleros, que volvieron a quedarse sin actividad, una situación en la que llueve sobre mojado, ya que es el sector sobre el que impacta cualquier restricción a la movilidad. Otro colectivo que sobrevive como puede es el comercio que, ayer, abría sus puertas siendo consciente de que los únicos clientes que van a tener son sus vecinos, que no pueden acudir a otros puntos de la comarca de O Salnés para abastecerse o comprar.

Entre los propietarios de establecimientos hosteleros, la resignación es la frase más repetida, asumiendo que les toca volver a ser el gremio que tiene que asumir las consecuencias, como ha ocurrido en otros municipios como O Grove, donde ya llevan más de una semana cerrados a la espera de que los datos mejoren lo suficiente. El regidor de Vilanova, Gonzalo Durán, reconocía ayer que “lo están pasando muy mal y están haciendo un esfuerzo muy importante, siendo el sector que más está sufriendo este tipo de situaciones, por eso esperamos que se les pueda compensar con un buen verano”.

"Lo están pasando muy mal y están haciendo un esfuerzo muy importante, siendo el sector que más está sufriendo este tipo de situaciones, por eso esperamos que se les pueda compensar con un buen verano"

Gonzalo Durán - Alcalde de Vilanova de Arousa

Médico de profesión, el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, es un importante defensor de las medidas preventivas para evitar la expansión del virus. “Nos han cerrado cuando hemos superado los 300 casos por cada 100.000 habitantes, una decisión lógica, pues la tendencia no era buena y había que frenarla antes de que se disparase hasta cifras exageradas”, explicaba ayer el regidor sobre lo que se ha convertido en “el segundo cierre perimetral al que se nos somete, después del confinamiento”.

Para el alcalde está muy claro cuál es el objetivo, el de salvar el verano protegiendo a los más indefensos ante el virus en un movimiento que “a este concello le sirvió para salvar el verano pasado y la Navidad; en estos momentos, está bajando la incidencia en la mortalidad lo que indica que la situación está mejorando de manera notable y, muy probablemente en el verano, nos encontremos mucho mejor”. De hecho, el regidor mantiene que se deben asumir los esfuerzos para lograr que, al menos, “el próximo verano sea tan productivo para el sector hostelero como fue el pasado, donde, a pesar del coronavirus, conseguimos crecer en visitantes con respecto a años anteriores”. En ese logro tiene mucho que ver “que somos un destino turístico familiar y seguro, un lugar que se puede visitar sin temor alguno”.

Unos 40 positivos

El número de casos en Vilanova se ha disparado hasta los 39 enfermos activos, creciendo en tres más con respecto al pasado domingo. La mayor parte de positivos están vinculados a un brote detectado en una conservera de Vilagarcía, situada en el Puerto, ya que varios de los casos son trabajadoras y familiares. Durán incide en que “esperamos que pueda controlarse lo antes posible y volver a reducir el número de afectados de cara al próximo verano”.

La Policía Local de Vilanova también tiene previsto realizar controles, en colaboración con la Guardia Civil, para comprobar si se cumple el cierre perimetral, tanto por parte de los vecinos como de las personas que acuden desde otros municipios limítrofes.

Ayudas escasas

El regidor mantuvo recientemente un encuentro con un grupo de hosteleros vinculados a la asociación “Presume de Vilanova”, en la que se perfilaron unas bases para conceder 30.000 euros en ayudas a esos establecimientos. Sin embargo, este reparto no ha dejado del todo satisfecha a la hostelería. De los locales que discrepan del modo de reparto hizo este fin de semana de portavoz el PSOE, que discrepa de los requisitos para poder optar a alguna de las ayudas municipales por las pérdidas que les ocasionan estos cierres debido a las restricciones por la pandemia.

Desde la formación socialista insisten en que “el malestar de los hosteleros es normal pues resulta que, sin contar con ellos, Durán y tres más han hecho unas bases para acceso a las ayudas municipales en las que no se contará o se minusvalorarán las pérdidas ocasionadas por las personas propietarias de su negocio”. Insisten en que, este tipo de actuaciones, “reuniéndose con tres personas de una asociación inexistente, a escondidas, sin contar ni con los propios afectados ni con el PSOE, que fue la formación que hizo la propuesta de habilitar ayudas, da lugar a pensar que algo oscuro pende sobre esta iniciativa”.

El de Vilanova no es el único municipio de la comarca que permanece en la situación máxima de restricciones. O Grove lleva en ella dos semanas en las que ha conseguido reducir el número de positivos, marcando en el día de ayer un total de 36 casos, dos menos que el día anterior.

Tres expedientes en la primera jornada de cierre


La primera jornada de cierre perimetral para Vilanova se saldó ayer con la propuesta de sanción para tres vecinos del municipio que se acercaron a A Illa sin una justificación clara. Los tres vilanoveses fueron sorprendidos por la Policía Local de A Illa en un control por sorpresa armado en la rotonda de A Franqueira, un control por el que pasaron más de 300 vehículos. Ninguno de los tres vecinos de Vilanova pudo justificar de forma adecuada su presencia en A Illa. El Concello de A Illa alerta de que va a seguir realizando este tipo de controles en los próximos días, de forma y horario aleatorio para evitar que vuelva a vivirse la misma situación de las semanas anteriores a la Navidad, cuando el virus se expandió por A Illa con una gran rapidez, llegando a registrarse más de un centenar de casos. En lo que respecta a la actual situación del área sanitaria Pontevedra-O Salnés, hay 18 pacientes ingresados en planta, 11 de ellos en el Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra y siete en el Hospital de O Salnés. a los que hay que sumar cinco en el Unidad de Críticos de Montecelo. Además, permanecen 462 casos COVID evolucionando en domicilio. Esto hace un total de 485 casos activos, cuatro más que el pasado domingo. En los municipios de la comarca, la situación oscila entre aquellos que han conseguido reducir al mínimo el número de contagiados, como es el caso de A Illa, con tan solo cuatro positivos, a los que tienen una importante incidencia que ha obligado a la Xunta a impulsar medidas de restricción a la movilidad, como es el caso de Ribadumia, donde hay 16 casos positivos en estos momentos.