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Peligrosa riada por las pendientes de Guillán

Los vecinos denuncian continuas riadas en Guillán tras los trabajos en el viñedo.

Un tremendo caudal de agua turbia se formó ayer en el regato canalizado de Guillán (Vilagarcía) que tras desbordar desembocó en plena playa de A Concha, muy cerca de la glorieta de O Ramal en Vilagarcía.

No es la primera vez que ocurre una situación parecida este año. Al menos en cinco ocasiones los vecinos soportaron enormes riadas que atribuyen a un proyecto de una plantación de albariño de Bodegas Lagar da Condesa que aprovecha varias fincas de la parroquia hasta rebasar la circunvalación de Carril.

El viñedo está ahora parado pues un grupo de vecinos de Guillán ha puesto de manifiesto su preocupación por las repercusiones de la tala masiva que arruinó la reserva pinar así como por los trabajos de las excavadoras para la retirada de las viejas raíces,

El desastre que pronosticaban volvió a producirse con las fuertes lluvias de ayer domingo, la cola del Lola, que originó una impresionante cascada de agua que cruzó a velocidad de vértigo las calles del núcleo parroquial.

La situación se agrava en el sentido de su enorme repercusión también sobre la playa de A Concha al arrastrar la arena pero a la vez por los efectos de una supuesta e hipotética contaminación de la zona marisquera así como la reducción de la salinidad en este entorno.

Las riadas causaron daños en el arenal de A Concha FDV

Por este motivo, un grupo de vecinos ya se ha puesto en manos de un abogado pues entienden que el promotor de la empresa vitícola debe ser obligado a reponer las fincas a su antiguo estado natural porque están decididos a no soportar el riesgo de una inundación peor.

Apoyo de Ana Granja y Elena Suárez

De la situación ya ha alertado la portavoz municipal del PP Ana Granja y la diputada Elena Suárez quienes han confirmado a los vecinos que la empresa de albariño “carece de los informes necesarios”, a excepción de una parcela superior que no influye en el problema que ahora se suscita.

Los vecinos ya han dirigido sus quejas a Augas de Galicia, al Seprona de la Guardia Civil y a la Administración autonómica con el fin de que se tomen las acciones oportunas para recobrar la normalidad.

La explotación de albariño se encuentra muy próxima a las viviendas de la localidad vilagarciana

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Temen que una tromba de más alcance e intensidad pueda causar un desastre “pues la finca está muy cerca de la casas” y, por tanto, es razonable pensar que les repercuta en mayor medida.

Los afectados también se han puesto en contacto con el Ayuntamiento para que adopte las medidas oportunas pero se quejan de que la Policía Local “solo acude cuando les llamamos en vez de realizar una vigilancia periódica porque el propietario sigue realizando trabajos en la finca cuando le place”.

La Policía Local solo toma nota de la situación cuando la llamamos los vecinos

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Confían en que la plantación no llegue a consolidarse aunque son conocedores de que después de adquirir terrenos que pertenecían al pazo de A Golpilleira le han sumado otras pequeñas parcelas del entorno “hasta alcanzar una enorme extensión de terreno en la parroquia”.

El colectivo que ha expresado su preocupación por esta obra quiere conseguir el apoyo del mayor número de casas de la parroquia pues entienden que debe detenerse el proyecto para evitar una desgracia el día de mañana.

El alcalde Alberto Varela todavía no ha dado una explicación sobré qué hará para resolver el conflicto.

La empresa prepara la parcela de 16 hectáreas


El informe de impacto ambiental que emitió la Xunta sobre una parcela de 16 hectáreas cruzada por el regato de Guillán ya establecía medidas muy específicas para autorizar la plantación del enorme emparrado. Así obliga a respetar sin plantar la zona de servidumbre de dominio público del regato en una franja de cinco metros a la vez que propone crear una zona tampón entre el lecho y la plantación que disponga de una cuneta que sirva de balsa de decantación ante posibles escorrentías, como la que se registró ayer. En el informe se subraya la obligación de respetar el arbolado existente en la orilla del cauce a la vez que conservar los muros de piedra tradicionales. Respecto a los bienes de interés cultural afectados se recuerda al promotor la necesidad de comunicar el proyecto a la Consellería de Cultura pues parte de las actuaciones se desarrollan en el entorno de protección de bienes arqueológicos. Y en cuanto a Aguas se subraya que la empresa deberá aplicar “cuntas medidas sean necesarias para evitar afecciones a los cursos fluviales próximos, empleando si fuera necesario barreras físicas temporales que eviten vertidos, drenajes o afecciones por parte de la maquinaria”. Asimismo se le recuerda que deberá controlar de forma especial el uso de productos químicos fitosanitarios, que puedan dañar los ecosistemas fluviales. Alerta además sobre el empleo de abono que pueda ser arrastrado “en caso de lluvias intensas”.

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