La plaza de abastos de O Grove se ha convertido en la única que tiene como imagen a todo un dos Estrellas Michelín. Y es que un referente nacional de la gastronomía como Javier Olleros se ha convertido en abanderado del producto de calidad, de la cercanía y de la excelencia del comercio local.
Como el propio cocinero ha venido reconociendo a lo largo de toda su trayectoria, su proveedor por excelencia radica en las bondades del producto del mar y la huerta local. La puesta en valor de O Grove como elemento indispensable para explicar la idiosincrasia de su cocina ha sido, es y será una de las señas de identidad de un Culler de Pau que sobresale en cualquier lista de restaurantes selectos.
Desde ayer un cartel con la imagen del cocinero ocupa un lugar destacado en el edificio que simboliza la esencia del comercio sostenible, tanto en lo económico como en lo medioambiental. “A esencia dos meus pratos está na calidade dos produtos e na atención dos vendedores no mercado do Grove”, reza el lema que verbaliza el propio Javier Olleros y del que tendrán constancia visual todos los que apuesten por la garantía que ofrece el buen mercado de proximidad.
Desde ayer un cartel con la imagen del cocinero ocupa un lugar destacado en el edificio que simboliza la esencia del comercio sostenible, tanto en lo económico como en lo medioambiental
Todo un Hijo Predilecto de O Grove que ha dado un paso al frente para abanderar la defensa a ultranza de sus proveedores en un momento marcado por las dificultades derivadas de la situación sanitaria y que juegan en contra de manera directa sobre lo que es el espíritu del contacto directo y continuo con los vendedores y su diferencial materia prima. Todo ello en tiempos de cierre perimetral que también juegan en contra de los intereses del sector.
José Antonio Cacabelos, alcalde de la localidad, no quiso desaprovechar la oportunidad para agradecer el gesto protagonizado por Javier Olleros y su predisposición a dar rostro al excelente maridaje entre los productos locales y la cocina más prestigiada de toda Galicia, la de su Culler de Pau.
El propio chef aprovechó su visita a la plaza de abastos para conversar con los vendedores e interesarse por su situación, recibiendo el agradecimiento de todos ellos por su gesto de impulsar la defensa y promoción de la calidad de un comercio que también tiene mucho que ver en el éxito de su cocina y en el reconocimiento adquirido desde su comedor de Reboredo.