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El entorno de la laguna de Pedras Miúdas gana enteros

Limpieza y reforestación en Pedras Miúdas. Noé Parga

La formación del Parque Forestal de Catoira sigue su curso y se hace notar, sobre todo, en el entorno de la laguna de Pedras Miúdas y el infrautilizado centro de interpretación allí asentado.

En las últimas semanas se efectuó una completa limpieza del entorno aderezada con la plantación de especies autóctonas.

Se trata de uno de los lugares más visitados, incluso en plena pandemia. Tanto es así que el pasado fin de semana se registró una afluencia de público tan importante que algunos allí presentes alertaron de que no se respetaba la distancia de seguridad interpersonal.

La zona repoblada en el entorno de la laguna. Noé Parga

No está de más recordar que ha pasado más de una década desde que el Tribunal Superior de Xusticia de Galicia (TSXG) dictó la sentencia que iba a preservar para siempre la laguna de Pedras Miúdas, propiciando que ahora sea un visitado lugar con formidables vistas y dotado de mobiliario urbano, un pequeño paseo de madera y un centro de interpretación.

Cierto es que el edificio sigue carente de contenido, y también que los vándalos se han encargado de destruirlo incluso antes de su puesta en marcha. Como lo es que siguen quedando personas que, dejando patente su falta de civismo, convierten la laguna y su entorno en un estercolero, lanzando al agua, o al monte anexo, todo tipo de residuos.

Pero a pesar de todo, Pedras Miúdas, situada a los pies de los molinos de viento de San Miguel de Catoira y sobre la desembocadura del río Ulla en la ría de Arousa, se ha convertido en uno de los espacios más recomendables del municipio y la comarca para todos aquellos que quieran disfrutar de naturaleza y tranquilidad.

La historia de la laguna

¿Pero por qué tanto interés en esta laguna catoirense? Quizás para entender la importancia de este lugar sea conveniente retroceder más de una década en el tiempo. Fue en 2009 cuando el Tribunal Superior de Xusticia de Galicia (TSXG) puso fin a seis años de incertidumbre al dictar una sentencia en la que desestimaba el recurso presentado por la empresa Remosil Catoira S.L., que pretendía utilizar la Lagoa Pedras Miúdas como vertedero de escombros de obra, secándola primero para después cubrir el hueco con tierra fértil y plantar árboles, "prescindiendo de los valores naturales y paisajísticos" del lugar.

Durante aquel largo proceso judicial la laguna incluso había sido declarada por la Xunta como Espacio Natural de Interés Local, abriendo así las puertas a potenciarla como enclave natural y turístico, zona de recreo y refugio para la flora y la fauna.

El Concello, los comuneros y la Xunta figuraban como demandados en aquella actuación judicial emprendida por Remosil después de que la Consellería de Medio Ambiente impidiera inicialmente la conversión de la vieja explotación minera en un vertedero.

El TSXG llegó a decir que Pedras Miúdas no es, ni mucho menos, "una charca grande de agua estancada". Muy por el contrario, "recibe agua no solo de lluvia, sino de filtraciones que se aprecian en las paredes de piedra del entorno, sin excluir la posibilidad de otras aportaciones por manantiales internos, ya que se confirma que ha mantenido su nivel incluso en épocas de sequía".

El alto tribunal también dejaba constancia de que, en contra de lo defendido por la empresa que quería instalar allí el vertedero, "no es cierto que el agua de la laguna no sea apta para soportar vida vegetal y animal, y si bien no es apta para el consumo humano sin el debido tratamiento previo de potabilización, presenta otros posibles usos", como el de baño.

Permitir aquel vertedero habría supuesto la destrucción de los valores naturales del entorno e "impediría la implantación de una serie de hábitats destinados a incrementar la diversidad biológica en la zona con el paso del tiempo", advertía el TSXG, antes de reseñar que "pese a que la cantera se encuentra en un estado de recuperación primaria -ahora las cosas ya son distintas-, la potencialidad para la regeneración de nuevos hábitats y el incremento de la diversidad biológica serán mayores en el caso de conservarse la laguna en la situación actual".

Biodiversidad

El representante legal de la Xunta indicaba entonces que la explotación minera estaba abandonada, y que su conversión natural en laguna había producido "un aumento de la biodiversidad", dando pie "al establecimiento de nuevos hábitats acuáticos y terrestres (...), con especies arbóreas como sauces, abedules, pinos y eucaliptos (...) y con aguas limpias y cristalinas aptas para fines como la regulación hidráulica, riego, recarga de acuíferos y, por supuesto, para baño y actividades recreativas y deportivas".

También el abogado del Concello abundaba en los valores naturales y paisajísticos de Pedras Miúdas, destacando "la formación de un sistema con elevado grado de naturalidad y óptima integración paisajística, siendo el relleno por agua una de las soluciones más adecuadas para afecciones de mina con creación de huecos, dada la elevada potencialidad de creación de hábitats y paisajes diferentes".

Asimismo, se resaltaban las "excelentes panorámicas" desde la laguna y "sus posibilidades recreativas y culturales", aduciendo que "en situaciones como ésta lo más aconsejable es aprovechar la riqueza natural y proponer usos de tipo recreativo intensivo, deportivo, ecológico educacional y demás, mientras que parece totalmente inadecuado pretender una recuperación por medio de rellenos que anularían los valores que la propia naturaleza ha creado en su proceso de regeneración natural".

En definitiva, que aquella sentencia del TSXG se presentó en 2009 como "un éxito de todo el pueblo de Catoira", puesto que los ciudadanos habían recogido firmas, presentaron escritos y organizaron jornadas de protesta para exigir la preservación de la laguna.

Los beneficios del Eje Atlántico

En 2009, unos meses después de que se conociera la sentencia que salvaba la laguna de Pedras Miúdas, se conocieron también los detalles del proyecto de construcción del Eje Atlántico y empezaron sus obras. Así las cosas, el paso del Tren de Alta Velocidad a escasos metros de dicho espacio natural llevó al Ministerio de Fomento a diseñar un protocolo específico de actuación mediante el que protegerlo y potenciarlo.

Fue en enero de 2010 cuando se informó de que el Ministerio de Fomento, el Concello y los comuneros trabajaban en el diseño de un plan de preservación y valorización para este especio, que estaba llamado a ser uno de los lugares más visitados del territorio Ullán, pues además de los valores propios de la laguna sirven de reclamo los conocidos molinos de viento y las vistas sobre la ría y el Ulla.

"Queremos proteger la laguna, pero también darla a conocer y propiciar que los vecinos puedan disfrutar de ella convirtiéndola en un refugio para la flora y la fauna, al igual que en un espacio de ocio y disfrute para la población", manifestaba el entonces alcalde, Alberto García.

Y desvelaba que "la idea es dotarla de vallas de protección, para evitar que alguien pueda despeñarse por los grandes barrancos existentes, instalar mobiliario urbano, sobre todo bancos para la mejor contemplación de la belleza del entorno, y ejecutar otro tipo de acciones con cargo a una ayuda de más de 200.000 euros que pude conseguir en Madrid" a modo de contrapartida por las obras del Eje Atlántico.

En febrero de 2010 se supo que no era de 200.000, sino 300.000 euros, la inversión comprometida por Fomento para adecentar el entorno de la laguna, habilitar senderos, instalar mobiliario urbano, colocar vallas de protección y ejecutar otras acciones que se consideraran necesarias para garantizar el uso y disfrute del lugar; lo cual incluso iba a permitir, aunque no se supiera entonces, la construcción de un centro de interpretación de la propia laguna.

Casi un año después, en enero de 2011, se supo que el Ministerio de Fomento, como compensación por las obras del Eje Atlántico en Catoira, ponía sobre la mesa alrededor de 1,6 millones de euros para financiar el proyecto de regeneración arqueológica de las Torres do Oeste y para la recuperación y potenciación ambiental de la laguna de Pedras Miúdas.

El pleno de la Corporación, con los votos a favor del PSOE de Alberto García y la abstención del BNG -que es quien gobierna ahora- y el PP -que propició ese gobierno nacionalista-, dio el visto bueno a aquel proyecto de intervención en el recinto fortificado, para el que Fomento aportaba 1,3 millones de euros, destinados a ampliar las excavaciones arqueológicas en las Torres efectuadas un par de décadas antes, habilitar nuevos paseos, mejorar el puerto fluvial, para realizar repoblaciones vegetales y construir un centro de interpretación, recientemente inaugurado.

Los otros 300.000 euros consignados por Fomento, por entonces con el ministro socialista José Blanco al frente, eran para Pedras Miúdas, y más concretamente se destinaban a poner en marcha una zona de estacionamiento para visitantes y crear un área pedagógica en la que construir un aula de interpretación medioambiental, con salas de exposiciones y un pequeño auditorio.

Paralelamente, como así se hizo, se anunciaban "labores de regeneración ambiental mediante la plantación de especies vegetales autóctonas", la apertura de senderos y la colocación de mobiliario y pasarelas peatonales.

En marzo de 2016 llegó a Catoira Ana Pastor, en calidad de ministra de Fomento, para visitar el entorno natural de Pedras Miúdas y destacar la preservación de sus valores naturales y paisajísticos. "La laguna ha quedado maravillosa y totalmente integrada", sentenció la entonces ministra.

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