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Una enorme parra convierte un camino de Meaño en un embudo

Parra sobre el camino público de Formarís

Una treintena de vecinos de Paradela de Lores reclama que el Concello de Meaño no se inhiba, recupere el uso del camino público de Formarís, y que actúe ante un vial que se está volviendo cada vez más angosto y limitado en altura en la salida, debido a un parrón de viñedo que se mantiene sobre él desde hace décadas y forma un embudo que limita el paso de vehículos como tractores o camiones, sobre todo.

El de Formarís es una senda interior en tierra que comunica el barrio de Paradela con la zona de fincas de Formarís, As Pontes. Zamaros, Brandiñán, Corneda de Abaixo y Listeira, amén de servir de comunicación con la parte baja de la parroquia de Lores.

La controversia responde a una demanda latente desde 2012, cuando por primera vez los vecinos presentaran en el Concello un escrito rubricado por una treintena de afectados, y en el que solicitaban ya entonces el uso público del trazado que se estaba tornando cada vez más estrecho, y que linda en sus laterales con un mismo propietario.

El camino cuyo trazado es público se estaba tornando cada vez más estrecho

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El punto más delicado es la intersección con el vial asfaltado general, que discurre en un plano más elevado, por lo que la salida del camino de Formarís se hace en rampa ascendente, viendo limitada su altura ahí por la presencia de un parrón.

Los vecinos afectados explican que la situación hace reducir cada vez más las cargas de tractores, con el riesgo de quedar atrapados por los taludes laterales o por la viga del parrón en su salida, temiendo el riesgo añadido de sufrir un vuelco o provocar un derrumbe.

Treintena de afectados contra un propietario

Esta controversia vecinal separa a la treintena de propietarios -afectados por las fincas a la que acceden por este camino- y el titular del parrón de viñedo Los vecinos explican que la presentación de aquella primera demanda en 2012, coincidió con la última etapa de Jorge Domínguez.

Luego, le fue trasladada en repetidas ocasiones en el mandato siguiente a Lourdes Ucha, y en este han hecho lo propio con Carlos Viéitez. Los vecinos lamentan que en todo este tiempo no ha habido implicación alguna de facto por parte del Concello para hacer valer su demanda.

Situaciones similares

En una situación similar se halla un parrón en el lugar de A Chanca, que mismo había reclamado la vecina afectada, petición la suya que también quedara baldía. De hecho cuando se aprobó aquella tasa en 1998 fueron muchos los vecinos que se avinieron a retirar entonces sus parrones sobre viales públicos.

Entre ellos, un parrón de 120 metros de longitud sobre el vial asfaltado de bajaba hacia San Amaro (Meaño), y que, dadas las dimensiones, hubiera supuesto el propietario abonar una cuantía en torno a 1.400 euros al año, en el que caso de que hubiera pretendido mantenerlo.

A preguntas de la formación Meaño Independiente sobre este vial, el regidor, consciente de la dificultad de una solución, le brindó en este último pleno su oferta: “Vengan ustedes conmigo -les dijo a los independientes- y ayúdenme a conseguir el poner a disposición esos terrenos”.

Ante ello José Manuel Aspérez precisó que “nosotros no podemos asumir una labor que es del gobierno local”, en relación al caso. Tiempo atrás, en saco roto había quedado la moción presentada en septiembre de 2020 por los independientes sobre este mismo vial, pero que no fue admitida entonces a trámite por el regidor, quien lo desvió a ruegos y preguntas.

Este camino figura catalogado en el inventario del Ayuntamiento como vial municipal número L-10.

A sus más 90 años, una vecina del lugar, atestigua sobre esta senda que “es el camino original que comunicaba Paradela con el centro Lores, antes de que existiera la actual carretera asfaltada que une Ponte-Lores con Paradela, y por ese camino de Formarís se comunicaba con Lores, no solo la gente del lugar, sino también la que subía desde Dena y desde Vilalonga”.

Tasa por plantaciones

Ante pasividad de la Administración local, en el olvido queda la tasa municipal de parrones sobre viales públicos que, el gobierno no aplicó en los últimos mandatos.

Una tasa que existe y que había sido aprobada en pleno en octubre de 1998, con Jorge Domínguez como alcalde. La misma estipulaba el cobro de 500 pesetas (3 euros) por metro cuadrado de parrón al año sobre viales públicos. Dicha tasa respondía a una medida para instar a los vecinos al retirar estas estructuras complementarias

De aplicarlo, el cobro de la tasa a la que se obliga a sí el concello, le supondría al propietario un abono anual que rondaría en torno a 450 euros al año, amén de, añadido, ser susceptible de reclamarle el abono de los últimos cuatro años que establece la norma en estos casos. Y a este argumento se acogen los vecinos para que el concello no se inhiba y actúe en consecuencia.

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