El sapo lusitano o halobatrachus didactylus es una especie muy similar al rape que acostumbra a poblar aguas del este del Atlántico, sobre todo a la altura de Ghana y que, hasta hace unos años, se podía localizar en ciertos puntos de Portugal, aunque su hábitat más habitual eran aguas tropicales. Sin embargo, en los últimos tiempos ha comenzado a acercarse a las costas gallegas y, cada vez, existen más registros de su presencia en las rías. Ayer se sumó un registro más tras ser capturado un ejemplar en la ría de Arousa, el segundo del que se tiene constancia que haya pasado por esta zona.
Los hechos tuvieron lugar en la mañana de ayer, cuando un marinero de Cambados Eladio Costa Oubiña, estaba trabajando con los tramallos a bordo de la embarcación “María del Mar”. En un lance efectuado en la zona de O Bohído, próxima al puente de A Illa, le llamó la atención la peculiar forma de uno de los peces que había capturado en sus redes. “Al principio pensé que se trataba de un ‘peixe demo’, unos pequeños peces de cinco centímetros de longitud que acostumbran a engancharse en las redes por sus protuberancias puntiagudas, pero me parecía mucho más grande”. Y era cierto, el pez en cuestión medía más de diez centímetros y correspondía a una especie que Costa no había visto en su vida. Cuando llegó a tierra, la sorpresa inicial se convirtió en estupefacción cuando consultó a sus compañeros y ninguno era capaz de identificar el pez.
La opción que le quedaba era recurrir al biólogo de la Cofradía de Cambados, donde sí encontró la respuesta que iba buscando, tras una serie de consultas. La Cofradía decidió remitir el ejemplar al Centro de Investigacións Mariñas (CIMA) para su estudio ya que el sapo lusitano lleva camino de convertirse en una especie invasora en las rías gallegas.
Este pez fue localizado por primera vez en la ría de Vigo en julio de 2018, tras ser pescado por una embarcación de Panxón. Desde ese día se ha registrado su presencia en más d euna veintena de ocasiones en las costas gallegas, especialmente en la ría de Vigo, donde parece haberse asentado. En la de Pontevedra también existen varios registros, mientras que en la de Arousa, hasta ayer, sólo existían referencias a la presencia de un único individuo que se localizó a principios de este año.
Se trata de una especie de arena que acostumbra a expandirse con bastante rapidez por lo que puede acabar por convertirse en un problema en el futuro. Su presencia se suma a una gran cantidad de especies invasoras que han sido localizadas en la ría de Arousa. Algunas de ellas representan un problema para la producción marisquera, mientras que otras se pueden acabar convirtiendo en un recurso para los marineros o las mariscadoras, como ocurre en A Illa, donde han solicitado permiso para la extracción y venta de la denominada como “perla del océano” o crepipatella dilatata.
