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Semiconfinados: los pescadores arousanos de la "xarda" inician la campaña con medidas especiales por el COVID

El puente del “Novo Bolero”, en primer término, y a su popa, otros dos barcos de Cambados, ayer. | CEDIDA

Diez embarcaciones salieron juntas desde el puerto de Tragove (Cambados) sobre las cuatro de la madrugada de ayer martes. Son barcos de artes menores y pusieron rumbo a Asturias, donde trabajarán durante las próximas semanas pescando caballa, también conocida como “xarda” o “verdel”. Sobre las 17.00 horas de ayer, dos de los barcos se habían adelantado ligeramente, mientras que los otros ocho navegaban más o menos juntos a la altura del cabo Prior, al norte de la provincia de A Coruña.

El 15 de marzo arrancó oficialmente la campaña de la “xarda” en aguas del Cantábrico, pero los barcos de Arousa han demorado su salida puesto que las noticias que les llegan desde el norte indican que por el momento hay poco pescado. “Los únicos que están cogiendo algo son los barcos del cerco, que van de noche, y los del arrastre, que pescan más afuera”, explica José Luis Martínez, armador del “Novo Bolero”, una de las embarcaciones que se ha inscrito en el plan.

Por ello, la flota de la provincia de Pontevedra se lo ha tomado con calma. Los de Cambados salieron el martes de madrugada, pero no todos, pues todavía quedan dos que presumiblemente empezarán a pescar la semana próxima.

“Nos cuentan que se está pescando muy poco, así que a lo mejor lo que hacemos es atracar el barco, preparar las cosas y venirnos ya de vuelta para pasar el fin de semana en casa"

José Luis Martínez - Patrón del "Novo Bolero"

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Y tampoco han salido todavía las embarcaciones de O Grove. El patrón mayor, Antonio Otero, señala que lo más probable es que partan hacia Lugo y Asturias durante el fin de semana, para empezar a pescar el lunes que viene.

Ni siquiera los patrones y marineros que han salido ya de Cambados están seguros de que vayan a empezar a trabajar mañana jueves, como tenían previsto. “Nos cuentan que se está pescando muy poco, así que a lo mejor lo que hacemos es atracar el barco, preparar las cosas y venirnos ya de vuelta para pasar el fin de semana en casa, y empezar a pescar el lunes”, comenta el patrón del “Novo Bolero”.

Imagen de archivo de unas cajas llenas de caballa. | // LNE

Semiconfinados

La campaña de la "xarda" de la primavera de 2020 ya había sido especial, al desarrollarse en pleno confinamiento domiciliario. Y la de este año también lo será, pues las tripulaciones tendrán que adoptar todas las medidas posibles para evitar contagiarse de COVID.

Los pescadores desempeñan una tarea esencial para la sociedad, y son trabajadores muy expuestos al contagio de coronavirus, a pesar de lo cual no han entrado -al menos de forma masiva- entre los grupos prioritarios de vacunación. De modo que afrontan una campaña en la que tendrán que intentar sortear lo mejor posible el riesgo de contraer el coronavirus.

José Luis Martínez señala que además de trabajar con mascarilla en el barco, se van a adoptar una serie de medidas en tierra para intentar reducir los riesgos al máximo posible. “Hemos quedado en que a la lonja solo saltarán dos personas de cada barco”, que serán siempre las mismas.

“Al terminar de trabajar no se va a hacer vida en la calle, nada de paseos ni de bares”

José Luis Martínez - Patrón del "Novo Bolero"

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También se ha acordado que al supermercado irán solo otras dos personas, y que “al terminar de trabajar no se va a hacer vida en la calle, nada de paseos ni de bares”. El objetivo es intentar hacer todo lo posible por evitar contagiarse, tanto por el riesgo que supone para la salud, como porque un caso de COVID podría arruinar la campaña. “Venimos a trabajar, y si por mala suerte alguien enferma y el barco queda en cuarentena, podemos quedarnos sin nada”.

Uno de los momentos más delicados va a ser la convivencia en tierra. Martínez cuenta que ellos han alquilado una casa de turismo rural con finca, con lo que podrán pasar tiempo al aire libre. Pero por la noche, dormirán en habitaciones compartidas. “No nos queda más remedio. En estos momentos sería imposible encontrar una casa o un piso con una habituación individual para cada marinero”.

“La única manera de no contagiarse de coronavirus es quedarse en casa sentado, y esperar a que pase todo esto, pero no nos queda más remedio que seguir haciendo vida y trabajar”

José Luis Martínez - Patrón del "Novo Bolero"

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“La única manera de no contagiarse de coronavirus es quedarse en casa sentado, y esperar a que pase todo esto, pero no nos queda más remedio que seguir haciendo vida y trabajar”, señala el patrón del “Novo Bolero”.

Lugo y Asturias

Las tripulaciones que salieron ayer de Cambados recalarán en Avilés. Las de O Grove suelen utilizar como puertos base los de Burela, al noreste de Lugo, y de Luarca, también en Asturias.

De todos modos, en ocasiones los barcos se ven obligados a variar de planes, según se vaya desarrollando la pesquería, y no es extraño que cambien de puerto base si la campaña les viene mal dada.

La travesía por mar entre Cambados y Avilés dura entre 28 y 30 horas. Dependiendo de las condiciones del mar, la flota hace noche en algún puerto coruñés o realiza el viaje de modo ininterrumpido. Eso es lo que tenían pensado hacer ayer los arousanos, habida cuenta de que estaban encontrando durante su navegación una meteorología muy benigna.

En cada uno de los 10 barcos que navegaban hacia Asturias anoche -previsiblemente, llegarán a primera hora de la mañana de hoy miércoles a Avilés-, iban dos personas. Los demás tripulantes realizaron el viaje hasta el Principado en coche, por lo que su desplazamiento ha sido mucho más corto.

Una vez lleguen a destino y empiecen a trabajar, durante la campaña vivirán en Asturias de lunes a viernes, y bajarán a casa en coches compartidos el fin de semana. En todo caso, no será una campaña excesivamente larga, puesto que a la flota de Pontevedra le corresponde el trozo de pastel más pequeño en la pesquería de la “xarda” del Cantábrico y el Noroeste, a pesar de ser la flota más numerosa.

400 toneladas

A los barcos de la provincia pontevedresa le corresponde el 4,8 por ciento de la caballa del Cantábrico y el Noroeste, lo que esta primavera se traduce por el momento en algo menos de 400 toneladas, a repartir entre unos 200 tripulantes.

La cuota de pesca es menor que la de 2020, puesto que los científicos han recomendando reducir las capturas un ocho por ciento, al detectar un presunto descenso de la biomasa de caballa.

A mayores, los armadores de Pontevedra no pueden contar por el momento con la esperanza de una cantidad extra de cuota mediante el intercambio de pesquerías con otros países europeos. La trabada negociación del Brexit con Gran Bretaña propicia que la mayoría de los estados hayan asumido posiciones muy conservadoras a la hora de fijar intercambios.

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