Los operarios se ocupan, por fin, de la señalización horizontal en la avenida de Beiramar. Al mismo tiempo, proceden a la instalación de las nuevas farolas y trazan la pequeña rotonda que regulará la circulación en el enlace entre dicha carretera y la calle Castelao, a la altura del puente de A Toxa.
Son los últimos flecos de la nueva circunvalación de O Grove, que acumula ya un considerable retraso y que lleva días abierta provisionalmente al tráfico, aunque con circulación limitada por las obras y restringida a un solo sentido de circulación.
En cuanto esté finalizada la obra la carretera dispondrá de dos carriles y, por tanto, ya será posible entrar a la villa meca desde Teniente Domínguez al tiempo que se puede salir de ella avanzando desde la estación de autobuses de O Corgo hacia A Toxa.
El pintado que se lleva a cabo incluye los pasos de peatones habilitados sobre badenes en diferentes puntos de esta carretera, al igual que se pintan las líneas longitudinales que regulan la circulación.
En cuanto a las farolas, las habrá de dos tipos: Unas nuevas y las otras, restauradas, en este caso a lo largo del paseo marítimo de Beiramar.
La mejoría experimentada en las condiciones meteorológicas durante las últimas semanas ha permitido dar un empujón definitivo a la obra, la cual se había retrasado a causa de diferentes dificultades administrativas y, más tarde, a causa de la dureza del otoño y el invierno. Ahora ya todo parece encauzado.