Un total de 785 socios y 34.200 colmenas, cada vez con mayor presencia en comarcas como O Salnés y el territorio del Ullán, de donde es su veterinaria, la valguesa María Esther Ordóñez Dios, a la vez presidenta del Consello Regulador Mel de Galicia.

Estos son algunos de los datos que dan cuenta de la creciente trascendencia del sector apícola de Galicia, que el día 20 celebra la XXXIII Feira Apícola das Rías Baixas y sus ya tradicionales jornadas internacionales.

A diferencia de otras ocasiones, cuando se celebraba la gran fiesta de la apicultura gallega en la localidad de Porriño, este año la incidencia de la pandemia obliga de desplegar este encuentro de forma telemática, para lo cual está abierto ya el plazo de inscripción, a través de la página web de la Agrupación Apícola de Galicia.

Las primeras jornadas digitales sobre apicultura en la comunidad

De este modo “se convertirán en las primeras jornadas sobre apicultura que se realizarán en formato digital en Galicia, con el objeto de mantener de forma rigurosa las medidas de seguridad sanitaria pertinentes y de continuar haciendo posible este importante encuentro con los mejores profesionales del sector”, explican los organizadores.

No son otros que la Agrupación Apícola de Galicia citada, en colaboración con una de sus entidades adscritas, la Asociación de Apicultores de la Provincia de Pontevedra, y el Consello Regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Miel de Galicia.

Habrá una cata virtual comentada

Entre todos han conseguido elaborar un variado programa de actividades que se desarrollarán entre las 10.30 y las 20.00 horas del día 20, destacando entre ellas una cata virtual comentada que estará conducida por Beatriz Ríos Cebreiros, técnica y formadora de la IGP Miel de Galicia.

Es la misma especialista que, por ejemplo, formó a los alumnos del Obradoiro de Hostalería de A Lanzada, en el Concello de O Grove, el pasado mes de septiembre.

La distribución de 785 asociados y sus colmenares

La Agrupación Apícola de Galicia tiene 60 socios y 1.700 colmenas en la provincia de A Coruña; al igual que 305 integrantes y 9.200 colmenas repartidos por la de Pontevedra.

Son, asimismo, 60 y 3.400, respectivamente, en la provincia de Lugo; además de disponer de 360 asociados y 20.000 criaderos en la provincia ourensana.

Es por todo ello que esta entdiad es pieza clave en el engranaje de la marca de calidad Mel de Galicia; un sello que, a través del Consello Regulador que preside Esther Ordóñez, protege y diferencia un artículo cada vez mejor valorado y cotizado en los mercados que, cabe recordar, fue reconocido en 1988 como “Produto Galego de Calidade”.

Este órgano, por cierto, se encargará de que cada inscrito reciba las muestras necesarias para poder participar cómodamente, aunque sea a distancia.

Los organizadores de las jornadas indican que la asistencia “es totalmente gratuita” y que todas las personas interesadas en participar en la cata comentada de Miel de Galicia deberán inscribirse antes del próximo lunes en un formulario habilitado al efecto y también disponible en la web, limitándose la asistencia a un máximo de cincuenta participantes. 

Los que se inscriban como como oyentes podrán participar de forma gratuita, mientras que aquellos que quieran catar el producto deberán abonar 5 euros.

Los tipos de miel

 Como bien indican en el Consello Regulador, aunque Miel de Galicia es una denominación única, “en su seno encontramos diferentes sabores, texturas y paladares, dependiendo de las flores que le dan su origen”.

La mayor parte de la miel gallega es de milflores. Es decir, que en su elaboración no predomina un origen concreto, sino que es fruto de las diversas flores situadas en los alrededores de la colmena.

Hay que tener en cuenta que entre esas flores “se encuentran aquellas que tienen capacidad para la producción de mieles monoflorales, a las que se suman otras muchas que mejoran y perfeccionan el producto, de ahí que no toda la miel de milflores tenga la misma textura o el mismo paladar”.

Esto explica que la miel de las zonas costeras proceda, en gran medida, de la flor del eucalipto, mientras que en las zonas de interior son especies como el castaño las que marcan la diferencia.

Conferencias

Pero la cata no es la única actividad prevista en esta XXXIII Feira Apícola das Rías Baixas, sino que también se ofrecerán conferencias como la titulada “Alimentación de las abejas. Influencia en la productividad y en la salud de la colmena”, a cargo de Lourdes Martínez Soriano, ingeniera agrónoma y experta en alimentación animal.

Marcos Otero, apicultor en O Grove. FdV

Asimismo, Raquel Martín Hernández, doctora en Veterinaria e investigadora en el Centro de Investigación Apícola y Agroambiental de Marchamalo expondrá los últimos avances en materia de sanidad apícola, mientras que Melanie Kirby, de la Universidad de Washington, disertará sobre la apicultura en Estados Unidos y Paraguay.

La evolución de las explotaciones en España entre 2010 y 2018.

Estas y otras intervenciones previstas servirán para completar una jornada de formación y divulgación que, no cabe duda, responde a los objetivos fundacionales de la Agrupación Apícola de Galicia, que ya cuando vio la luz, en 1999, se propuso tanto ayudar y defender a sus miembros como “realizar jornadas técnicas, ferias, cursos de formación y tareas de gestión del Plan Apícola Gallego, además de ofrecer asesoramiento y visitas veterinarias o gestionar pólizas de seguro colectivo para las colmenas”.

Todo ello, lógicamente, a partir de una férrea defensa y preservación de las abejas, consideradas “una fuente de polinización vital para el desarrollo rural y el equilibrio ecológico”.

Una clase práctica sobre apicultura.

Y es que este insecto no solo es fundamental en Galicia por su producción de miel, sino que lo es, a nivel global, como pieza clave “para la conservación y diversidad de las plantas que dependen de la polinización, lo cual contribuye a aumentar la productividad de gran parte de los cultivos”.

“Nuestra miel es un producto natural y fresco que se obtiene de forma artesanal desde hace cientos de años, conservando sus propiedades genuinas gracias al cuidado y las atenciones que se ponen en su elaboración”

Consello Regulador Mel de Galicia

Todo esto lleva a la entidad a promover la apicultura como “un aval para el desarrollo rural y el equilibrio ecológico; al igual que como herramienta para la explotación de los montes y una ayuda contra los incendios forestales”.  

En constante crecimiento desde 2007

El despegue definitivo de Mel de Galicia le llegó en 2007, cuando consiguió la protección europea con la incorporación de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Mel de Galicia al registro de la Comisión Europea. El mismo en el que, por ejemplo, aparecen las Denominaciones de Origen Protegidas Mexillón de Galicia y Rías Baixas.

Botes etiquetados como Mel de Galicia.

Desde el Consello que preside la valguesa Esther Ordóñez se hace hincapié en que “Mel de Galicia es un producto natural y fresco que se obtiene de forma artesanal desde hace cientos de años, conservando sus propiedades genuinas gracias al cuidado y las atenciones que se ponen en su elaboración”.

“Los colmenares gallegos son pequeños y se dejan mimar por los apicultores”

También “gracias al clima especialmente benigno del que gozamos en Galicia, con abundantes precipitaciones durante todo el año, lo cual, unido al predominio de suelos graníticos y la influencia de los vientos marinos, permite disponer de una flora rica y variada que, a su vez, propicia la producción tanto de miel monofloral como de un notable abanico de miel de milflores”, presumen en el Consello. 

Eso sin olvidar que “los colmenares gallegos son pequeños y se dejan mimar por los apicultores”, de ahí que se consiga la máxima calidad “en los procesos de extracción y envasado” de un producto tan característico como la miel gallega.