La asociación de mujeres rurales A Lagoa, de San Vicente de O Grove, arremetía ayer contra el Concello por la tardanza en abrir la reformada escuela unitaria de Monte da Vila y demás locales existentes en el municipio para el cuidado de personas mayores y/o dependientes.

Preocupada por la situación, la entidad insiste en que “desde que hace un año se decretó el estado de alarma y se cerraron servicios esenciales, hay mujeres ya mayores que están cuidando en sus casas de los suyos, también mayores; lo hacen las 24 horas del día, sin ayuda alguna, por lo que ya están cansadas de soportar este desinterés y de que nadie las escuche”.

Sostienen en la entidad que “no dan para más” y añaden, por mediación de su presidenta, Rosa María Blanco, que se trata de usuarias de este colectivo, y, por tanto, vecinas “a las que estamos obligadas a dar voz y a defender; por eso alertamos de la situación, apelamos a la comprensión del conjunto de los vecinos y exigimos una rápida respuesta al Ayuntamiento”.

María, de 90 años, usuaria de “Vellos Tempos”. | // R.M. BLANCO

Y es que, insisten, las mujeres mecas se ven obligadas a redoblar esfuerzos y a sacrificarse de manera notable por “no recibir el apoyo de la administración”, citándose como ejemplo lo que sucede con el programa de conciliación familiar “Vellos Tempos” antes de advertir de que “hay mujeres que trabajan y se ven obligadas a multiplicarse para atender a sus madres como buenamente pueden”.

Todo esto es consecuencia de “los aplazamientos reiterados y las falsas promesas”, insiste Rosa María Blanco, en referencia a la necesidad de disponer cuanto antes de locales como el de la escuela unitaria de Monte da Vila.

El ejemplo de otros municipios cercanos

La presidenta de A Lagoa hace balance de lo ocurrido tras dejar constancia de que “en otros municipios cercanos los centros de atención a los mayores están funcionando, y sin embargo nosotros no tenemos ni centro de día, como tampoco se puso en marcha aún la prometida construcción del local social de Reboredo”.

“No hay excusa posible para mantener los centros del programa Vellos Tempos cerrados un año después, cuando todos vemos que ha abierto todo”

Mulleres Rurais A Lagoa

Lo hace recordando que “el 14 de marzo de 2020 todo el país se paró y se encerró en sus casas”, lo cual supuso “cerrar colegios, guarderías, empresas y centros de mayores”.

Un año después “todos hemos ido incorporándonos poco a poco a nuestros quehaceres para tratar de recuperar la normalidad”, de tal forma que “nuestros hijos van de nuevo al parque, a la guardería, al colegio, al instituto o a la universidad, al igual que nos reincorporamos a nuestros trabajos, comercios y oficinas, aunque sea usando mascarillas, con distancia de seguridad y demás protocolos, conciliando como podemos cuando hay que aislarse, guardar cuarentena y todo eso que ya sabemos”.

Sin embargo, “hay alguien para quien no ha cambiado nada, como son nuestros mayores, precisamente aquellos a los que se supone que teníamos que proteger, pero a los que hemos dejado de visitar para, según nos dicen, protegerlos”, reflexiona Rosa María Blanco

Lo que quiere decir es que “en O Grove, a esas personas mayores las hemos dejado en sus casas solas hace un año”.

Y esto sucede, aduce la presidenta de las mujeres rurales, después de que en septiembre de 2019 “el alcalde dijera a las familias usuarias de los servicios de ‘Vellos Tempos’ que en octubre la antigua escuela de Monte da Vila estaría operativa para ellos”.

Y, sin embargo, “llegamos a marzo de 2020 sin que eso ocurriera”, por eso desde mayo, “aún estando confinados, en la asociación de mujeres rurales A Lagoa empezamos a demandar atención por parte de los servicios sociales para estas personas”, reclamando “que la atención se les prestara en sus domicilios”.

Parece ser que las reuniones solicitadas con el alcalde y Servicios Sociales no se materializaron hasta julio, “cuando nos prometieron que Monte da Vila se abriría el 3 de agosto”.

Dado que no fue así, “acudimos a los partidos políticos de la oposición y a Esquerda Unida le contestaron en pleno que abriría el 13 de agosto, pero tampoco sucedió”.

Rosa María Blanco. FdV

Ante la insistencia de A Lagoa, “marcaron como nueva fecha el 10 de septiembre, y tampoco fue así”, lamentan. Lo que sí ocurrió entonces fue que “conseguimos que empezara a prestarse la atención a domicilio, recibiendo los mayores y dependientes atención durante 2 horas, dos días a la semana”.

Rosa María Blanco | Presidenta de la asociación de mujeres rurales de San Vicente de O Grove

“Saldremos a la calle con los mayores en silla de ruedas”

Cuando Rosa María Blanco y A Lagoa denuncian que los mayores y las mujeres que los cuidan “llevan un año en sus casas sin que nadie se preocupe de si la conciliación familiar y laboral es posible”, alertan también de que “en vísperas de celebrar el Día de la Mujer, las hay viviendo a nuestro lado que llevan un año sin que nadie las escuche y las ampare”.

Se trata de “mujeres muy cansadas que lo que quieren es dejar de sentirse insultadas y tratadas con tanta indiferencia”, por lo que no descartan movilizarse. Incluso barajan “salir a la calle, con sus mayores en sus sillas de ruedas, si es necesario, si eso es lo que hay que hacer para darles visibilidad y mostrar las dificultades que atraviesan, plantándose incluso delante de la puerta del consistorio o en el puente de A Toxa”.

De este modo Mulleres Rurais A Lagoa transmite “las palabras, el enfado y el hartazgo de estas vecinas”, para las que pide apoyo y respeto.

Lo hace desde el convencimiento de que “no hay excusa posible para mantener los centros del programa Vellos Tempos cerrados un año después, cuando todos vemos que ha abierto todo”.

En este sentido, A Lagoa lamenta “que no se haya dejado que sean las propias familias quienes decidan si llevan a sus mayores y dependientes o si prefieren, los que puedan, que sigan siendo atendidos en casa”.

De ahí que esas personas y la propia Rosa María Blanco exijan al Concello “que asuma de una vez su responsabilidad y retome un servicio de absoluta primera necesidad como éste, el de la atención a los mayores y dependientes”.

Aquello, “según nos aseguraron, era una medida provisional, pero seguimos igual desde entonces, a pesar de que propusimos que, al menos, se usaran los centros habituales de As Baladas y Virxe das Mareas turnando a los usuarios para que pudieran estar más separados, pero no hubo respuesta ni intención de retomar el servicio de Vellos Tempos”, insiste Rosa María Blanco.

En resumen, que “desde junio hemos estado reclamando este servicio por todos los medios, hemos llamado a la puerta de Consello Local da Igualdade, ya que la mayor parte de los cuidadores familiares son mujeres, y hemos aportado informes y alternativas puestas en marcha en otros Concellos, pero nadie hizo nada”.

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Y así hasta que “hace un mes, en nuestra enésima consulta sobre la apertura del centro de Monte da Vila, se nos dijo que abriría el 1 de marzo, lo cual tampoco se ha cumplido”.

Sentencia Rosa María Blanco que “cada una de las fechas de posible apertura se dieron sin ningún pudor, a sabiendas de que no se iban a cumplir, sin que nadie excepto nosotras se preocupara de preguntar por qué”.