José Cacabelos, el alcalde socialista de O Grove pide paciencia, prudencia y responsabilidad ante la desescalada. Sobre todo, en vísperas del inminente período vacacional. “Hay que ser muy cautos y cuidadosos, tratando de evitar que la Semana Santa se convierta en una trampa, como lo fue la Navidad”, manifiesta el regidor.
Sabe que el suyo, por el indudable tirón turístico que ejerce, es uno de los municipios que van a mirarse con lupa en próximas semanas a nivel autonómico y nacional. Y será así porque, desde luego, volverá a ser uno de los destinos que mayor afluencia de visitantes registre; al menos si todo sigue como ahora y el tiempo acompaña.
Mayor riesgo
Esto es tanto como decir que también se trata de una de las localidades que más se arriesgan a un rebrote de contagios por COVID, de ahí que el alcalde muestre sus deseos de que, como mucho, únicamente se permita la movilidad dentro de cada comunidad autónoma de España, evitando así la llegada masiva de ciudadanos de otras regiones.
De lo contrario, “si se hace lo mismo que en otras ocasiones, nos estaremos arriesgando a sufrir un retroceso que nadie desea”.
No más pasos atrás
Lo que quiere decir es que “es mejor dar pasos pequeños, pero siempre hacia adelante, en lugar de intentar dar un paso grande que nos obligue después a retroceder tres”.
“En lugar de tirarlo todo por la borda en Semana Santa, es mejor ir poco a poco y llegar al verano en condiciones aceptables para olvidarnos de todo esto cuanto antes”
Y Semana Santa puede ser una prueba de fuego, sobre todo visto lo visto el pasado fin de semana, “cuando en lugar de una fase de desescalada tuvimos una avalancha; y en medio de una pandemia como esta, las avalanchas no nos ayudan a salir de la tercera ola de contagios, sino que nos llevan de cabeza hacia la cuarta”.
Lo cierto es que si esa “masiva llegada de autocaravanas y visitantes en general” se produjo un fin de semana como el pasado, sin el aliciente que entraña un periodo vacacional, “no quiero ni pensar qué pasará en Semana Santa si hace buen tiempo y se permite la movilidad de forma generalizada”, reflexiona el alcalde antes de advertir: “Sería terrible para todos”.
“Es mejor dar pasos pequeños, pero siempre hacia adelante, en lugar de intentar dar un paso grande que nos obligue después a retroceder tres”
“Todos tenemos ganas”
Reconoce que, “como es lógico, todos tenemos ganas de recuperar nuestra vida, pero si no somos responsables individualmente fallamos todos; y con una conducta inapropiada lo único que se consiguen son graves retrocesos”.
"El pasado fin de semana en lugar de una fase de desescalada tuvimos una avalancha; y en medio de una pandemia como esta, las avalanchas no nos ayudan a salir de la tercera ola de contagios, sino que nos llevan de cabeza hacia la cuarta”
Algo que O Grove quiere evitar a toda costa, sobre todo ahora que “somos uno de los pueblos con mejor comportamiento de Galicia, ya que solo tenemos cuatro casos positivos activos”.
Las consecuencias para la hostelería y el cansancio de los vecinos
José Cacabelos advierte de que estar dando palos de ciego, es decir, “abriendo y cerrando negocios como los de hostelería, es lo peor que puede suceder al sector y al conjunto de la economía, por eso defiendo la necesidad de avanzar con pasos cortos pero firmes, que no den pie a posibles retrocesos futuros”.
Tras apuntar que “al hablar con la gente se percibe que todo esto de la pandemia empieza a superarnos”, el alcalde termina insistiendo en que “hay un cansancio enorme entre la población, tanto desde un punto de vista económico como social y personal”.
Una “buena situación” que, en cualquier caso, “no debe hacer que bajemos la guardia, sino que hay que seguir siendo cautos y actuando de forma responsable”, apostilla el máximo mandatario meco.
La vacuna
En resumen, que “en lugar de tirarlo todo por la borda en Semana Santa, es mejor ir poco a poco y llegar al verano en condiciones aceptables para olvidarnos de todo esto cuanto antes”, reflexiona el regidor.
Aunque para que esto ocurra, recalca, “hay que conseguir vacunar al menos al 70% de la población”.
Por eso sostiene que se conformaría “con alcanzar en mayo los niveles de normalidad que tuvimos el verano pasado”.
