Un veterano ciclista de Vilagarcía, cansado de denunciar la peligrosidad del arcén de la carretera autonómica PO-548 a su paso por la parroquia de Bamio, debido a la acumulación de gravilla, se trasladó ayer a la zona con un cepillo de ancho especial para limpiar los restos.

El ciclista insta a la Administración titular de la carretera, la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, de la Xunta de Galicia, a cuidar un poco más el mantenimiento de calzadas y arcenes de la carretera. En especial, denuncia que la gravilla y restos de pavimento que quedan al borde de la calzada son particularmente peligrosos para los ciclistas porque pueden provocar caídas.

La situación es similar en otros tramos de las carreteras autonómicas a su paso por la comarca, aunque resulta especialmente problemática en la parroquia vilagarciana de Bamio.