El exagerado caudal del río Ulla impide capturar lamprea en las “pesqueiras” romanas

Una de las construcciones tradicionales desde las que se captura lamprea.

Está siendo un año complicado para la “dama del Ulla”, la lamprea. Al principio, desde que el 2 de enero arrancaba la campaña, se pescaba en abundancia. Pero no había a quién vender el producto a causa de los cierres perimetrales y de la hostelería provocados por la pandemia. Después empezó a escasear, precisamente cuando la demanda parecía despuntar. Y ahora resulta que hay tanta agua en el río que las redes acaban destrozadas.
Esta situación afecta tanto a los valeiros, es decir, el colectivo de pescadores de Carril y Rianxo que operan desde embarcación en Pontecesures, como a los titulares de las tradicionales pesqueiras romanas.
Los primeros llevan un par de semanas sin largar sus aparejos –salvo contadas excepciones–, y a los segundos o bien les pasa lo mismo o ni siquiera pudieron empezar a cumplir el calendario que tienen asignado.

Las pesqueiras del Ulla, en Herbón. / Iñaki Abella
Cubiertas de agua
Y es que hay tanta agua y una corriente tan exagerada que resulta de todo imposible colocar las nasas en los sillares de piedra que ya utilizaban los romanos, de ahí que algunas pesqueiras permanezcan inoperativas este año, a pesar de que podrían haber empezado a trabajar hace más de un mes.
Ya no se trata solo de la fuerza y peligrosidad de las corrientes, sino del elevado caudal, ya que algunas de las pesqueiras están cubiertas de agua.

Manuel Méndez
Antonio Caldelas Vidal, un vecino de Herbón (Padrón) de 53 años, es uno de los más experimentados pescadores de lamprea que gestionan esas construcciones que ya usaban los romanos para capturar al primitivo pez.
Y ayer confirmaba que permanece de brazos cruzados “porque con tanta agua en el río es imposible trabajar”.

Antonio Caldelas Vidal levantando sus nasas. / Iñaki Abella
Quizás la semana que viene
Cree que “si deja de llover unos días y baja el nivel del río podría empezar a trabajar la semana que viene, pero hasta entonces habrá que seguir esperando”.
Sabe que es un problema que le afecta tanto a él como a los demás titulares de las pesqueiras y, como se explicaba al principio, también a los valeiros.

En las pesqueiras se trabaja en horario nocturno. / Iñaki Abella
Estos pescadores, que forman parte del mismo colectivo que se dedica a la captura de anguila entre las Torres de Oeste (Catoira) y Cortegada (Vilagarcía), confirmaban ayer que “la tendencia es la misma de los últimos días”.
304 kilos de anguila
Esto es tanto como decir que las capturas de anguila “son aceptables” y que la pesca de lamprea es “prácticamente nula”, ya que “las nasas no soportan tanta fuerza del río ni la gran cantidad de porquería que arrastra”.
Procede aclarar que ayer se subastaron en la lonja de Carril 304 kilos de anguila; de nuevo con un precio único de 8 euros por kilogramo.
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