El buen tiempo registrado en días pasados, cuando el tren de tormentas daba una tregua, ha permitido a los arousanos disfrutar del paseo por playas y montes. Esto también ha propiciado el descubrimiento de nuevos vertederos, tanto en la costa atlántica y dentro de la ría, como en diferentes zonas arboladas de O Salnés y Ullán, algunas situadas en espacios protegidos.

Cierto es que cada vez son más los ciudadanos que aprovechan el tiempo libre para colaborar con el medio ambiente recogiendo residuos. Pero también que la situación no deja de ser preocupante, tal y como se denunció en días previos a raíz de la localización de vertidos incontrolados en Pontecesures, Meaño, Vilanova, Catoira y otros puntos de la comarca.

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Nuevos vertederos en los montes y playas arousanos Manuel Méndez

Playas como Area da Cruz y Raeiros, en O Grove, y montes como Xiabre, a caballo entre Vilagarcía, Caldas y Catoira, se suman a la larga lista de lugares afectados por la proliferación de residuos de todo tipo.

Un depósito de escombros de obra en medio del monte. M.M.

Respecto a las zonas arboladas, cabe destacar que en lugares como Cea y Castroagudín se han detectado diversos focos de vertido, algunos protagonizados por escombros de obra lanzados en bosques frondosos de árboles autóctonos.

Hay también vertederos próximos al río O Con e incluso dentro del propio cauce fluvial, así como en las proximidades del embalse del que se abastece Vilagarcía y dentro de éste.

En este tipo de vertederos, presentes también en otros puntos de Monte Xiabre pertenecientes tanto al Concello de Caldas como al de Catoira, pueden encontrarse no solo escombros de obra, sino también viejos electrodomésticos, botes de pintura y productos aislantes altamente contaminantes.

Sin dejar de lado la no menos preocupante presencia de neumáticos y todo tipo de objetos de hierro, plástico y cristal.

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A Lanzada, un mar de belleza, espuma marina y basura Manuel Méndez

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En cuanto a las playas, hay que insistir en que cada vez son más los ciudadanos que aportan su grano de arena. Pero también en que el mar no deja de escupir basura sobre la orilla.

Los últimos temporales agravaron la situación, al depositar en la arena y el cordón dunar de diferentes playas todo tipo de escombros, desde viejos aparejos de pesca a botes de plástico y cristal, pasando por latas y un largo etcétera de materiales.