La base del semáforo que se desplomó la noche del miércoles sobre la calzada de la avenida Juan Carlos I, en pleno centro de Vilagarcía, estaba completamente podrida a causa del óxido. Así lo aseguran desde el Concello, que añaden que la base estaba soterrada a unos 40 centímetros y “por lo tanto no era visible ni nada hacía sospechar de la situación”.

Los trabajos para reponer el equipo semafórico comenzaron ayer. En lugar del antiguo se colocará uno de columna horizontal (sin brazo) que el Ayuntamiento ya tenía en stock debido a la retirada de estos elementos en las zonas que se fueron peatonalizando. La previsión era construir ayer la base de hormigón para una vez seca, instalar el báculo.

Aprovechando esta actuación, por precaución también se renovará el semáforo ubicado frente al instituto Castro Alobre, puesto que es de la misma época que el que se cayó y tiene el mismo sistema de anclaje.

Desde Ravella anuncian que a raíz de este incidente (que afortunadamente no causó heridos al no pasar ningún coche ni peatón en el momento de la caída), los trabajadores municipales del servicio de Alumbrado procederán a realizar una inspección de todos los equipos antiguos de la ciudad con el objetivo de comprobar su estado y garantizar su estabilidad.

En el caso de detectar alguna anomalía, se tomarán las correspondientes medidas para evitar un nuevo episodio como el ocurrido la noche del miércoles.