El Ministerio de Cultura y Deporte publica por primera vez más de 7.000 fotografías de los fondos pertenecientes al español Juan Miguel Pando Barrero y al alemán Otto Wunderlich. Se ponen a disposición del público, “en línea y en abierto”, como se hará progresivamente con las otras 270.000 instantáneas tomadas en España desde 1860 hasta la actualidad que forman parte de la Fototeca Nacional.
Entre esas nuevas incorporaciones aparece material inédito de la comarca de O Salnés y el territorio del Ullán, con especial significación en localidades como O Grove, Catoira, Vilagarcía, Cambados y Vilanova.
“De extraordinario valor”
Se trata de “un conjunto documental de extraordinario valor”, inventariado en la Fototeca del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), mediante el que queda patente la profunda transformación del país y, lógicamente, la ría de Arousa y su entorno.
Así lo entiende el Ministerio de Cultura, donde insisten en que esas imágenes, disponibles en la página web del IPCE, “son solo una parte del más de medio millón que conserva”.
Lo que se hace ahora, “aprovechando el lanzamiento de un nuevo buscador, más potente y con un diseño actualizado”, es publicar por primera vez esas “más de 7.000 fotografías” de los que considera dos de sus fondos más valiosos, como son el “Archivo Pando” y el “Archivo Wunderlich”.
El primero hace referencia a las imágenes tomadas durante medio siglo por Juan Miguel Pando Barrero (1915-1992), cuya labor fue continuada por su hijo, Juan Pando Despierto, hasta 2003.
El suyo es el más voluminoso de los archivos conservados en el IPCE, con imágenes de temática variada captadas en su momento para “museos, galerías, coleccionistas y artistas, industrias de ingeniería, encargos de publicidad comercial e imagen empresarial, fotografía de arquitectura” y otros fines, tal y como explican en el Gobierno de España.
El segundo archivo documental citado es el hecho realidad por el fotógrafo Otto Wunderlich (Alemania, 1887- Madrid, 1975), quien se asentó en España en 1914 para desarrollar todo tipo de proyectos y centrar el objetivo de su cámara, sobre todo, en paisajes y escenas tradicionales “que documentan con admirable precisión técnica y exquisita sensibilidad la realidad española de los dos primeros tercios del siglo XX”, detalla el Ministerio de Cultura.
En definitiva, que Otto Wunderlich y Juan Miguel Pando Barrero son, precisamente, quienes entre los años treinta y setenta del siglo pasado tomaron esas imágenes inéditas de la comarca y la ría que, sin duda, sorprenderán a más de uno.
A Toxa y Fefiñáns
En el caso del germano-español, llaman la atención sus fotografías sobre el edificio original del Gran Hotel La Toja, en la isla grovense de A Toxa.
Imágenes tomadas entre 1929 y 1936 que reflejan la espectacularidad de aquel inmueble provisto de cuatro torres abovedadas rematadas en agujas que parecían tocar el cielo, y al que se accedía a través de una escalinata rodeada de vegetación.
En la misma época de esas fotos, que incluso muestran huéspedes con sus sombrillas en el acceso de entrada al emblemático establecimiento grovense, Otto Wunderlich plasmaba la belleza del cambadés Palacio de Fefiñáns y su entorno, incluyendo la atalaya almenada y los balcones circulares de la torre, el escudo nobiliario de la fachada de entrada y el puente con arco y blasón nobiliario situado al lado; “el único que se conserva de los cuatros que había en la plaza”, explican en la Fototeca Nacional.
Al igual que inmortalizaba, sin salir de Cambados, el abandono que ya presentaban entonces las conocidas ruinas de Santa Mariña; mientras que en Catoira centraba el enfoque de su mirada y su cámara en las vistas paisajísticas desde el monte donde se encuentran los molinos de viento de San Miguel, además de detenerse a fotografiar los cierres de fincas con muros de piedra.
Sin el puente de Catoira
No menos llamativas son sus fotos de la ría de Arousa y el río Ulla, en este caso, lógicamente, cuando aún no existía el puente que une Catoira con Rianxo.
Al margen del trabajo del alemán, que se detuvo, igualmente, en los pazos, viviendas tradicionales y puertos de Vilagarcía y Vilanova, hay que destacar el más abundante fondo fotográfico de Juan Miguel Pando, quien solo en O Grove, y solo en el año 1967, sitúa ocho instantáneas mediante las que muestra las playas de San Vicente, los barcos de pesca de entonces e incluso las primeras bateas de mejillón.