El consumo se hunde en Carnaval: “No hay demanda, ni alegría, ni dinero”

Los comerciantes constatan una dramática caída en las ventas de disfraces | Muchos niños acuden hoy caracterizados a los colegios, pero no habrá desfiles ni festivales

Aida Suárez, en el lineal de Tiko Doco dedicado al Carnaval. |   // IÑAKI ABELLA

Aida Suárez, en el lineal de Tiko Doco dedicado al Carnaval. | // IÑAKI ABELLA / Anxo Martínez

Arousa
Dolores Vidal (izqda), ayer con algunos de los disfraces elaborados el pasado año en su taller. |   // IÑAKI ABELLA

Dolores Vidal (izqda), ayer con algunos de los disfraces elaborados el pasado año en su taller. | // IÑAKI ABELLA / Anxo Martínez

La de Carnaval es una de las campañas más fuertes del año para algunos negocios. En este 2021, sin embargo, pasará sin pena ni gloria para las tiendas de Vilagarcía. Sin desfiles, sin fiestas en los colegios, sin comparsas, sin cenas de amigos… el consumo se ha desplomado por completo.

En la juguetería Tiko Doco estiman que las ventas este año caerán un 70 por ciento con respecto a los anteriores. En Telas Tule, solo han confeccionado cinco disfraces, cuando otros años salían de su taller unos 400. En la papelería Arines vendieron hasta ayer un único disfraz, cuando en un febrero sin coronavirus ya llevarían despachados más de 40.

“La gente está desmotivada. No hay demanda de nada, ni alegría, ni dinero”, sostiene María Elena Arines. Tanto es así que en su papelería ya ni siquiera han montado escaparate de Carnaval, habitualmente muy llamativo. “Pusimos unas estanterías por si acaso venía alguien, para no tener que andar removiendo en las cajas, y basta”. Tampoco está haciendo sus tradicionales postales de San Valentín ni le piden artículos para decorar las tiendas y bares con motivos del día de los enamorados.

"Solo vendí un disfraz, cuando a estas alturas otros años habría vendido 40"

María Elena Arines

— Papelería Arines

Aida Suárez, en la sección de disfraces de la tienda Tiko Doco

Aida Suárez, en la sección de disfraces de la tienda Tiko Doco / Iñaki Abella

Hoy viernes, las calles de los pueblos y ciudades deberían llenarse de ruido y alegría con los desfiles de los niños de los colegios. Pero no será así, y aunque algunos centros educativos permiten a sus alumnos acudir disfrazados a clase esta mañana, “mucha gente lo que hace es aprovechar los disfraces de otros años, porque total lo necesitan solo para unas horas”, afirma a su vez Aida Suárez, encargada de Tiko Doco, una de las tiendas con mayor surtido de ropa de Carnaval de Vilagarcía. “Lo único que se vende es para niños de Infantil y Primaria. Para adolescentes y adultos no sale absolutamente nada. La gente ni pregunta por ellos”, añade.

"Ya no expusimos trajes de adultos, porque la gente ni pregunta por ellos"

Aida Suárez

— Juguetería Tiko Doco

De lo que se vende, lo más demandado son los trajes de superhéroes como Hulk o Spiderman o los de las princesas Elsa y Anna, protagonistas de “Frozen”.

Están en una situación similar el Telas Tule. María Dolores Vidal afirma que, “otros años hacíamos 400 disfraces y le teníamos que decir que no por falta de tiempo a otros 400 que nos entraban. Y en cambio este año solo hicimos cinco”.

"Otros años hacíamos 400 disfraces, y este llevamos cinco. Ya ni desmontamos las telas"

María Dolores Vidal

— Telas Tule

Tanto es así que ya no compraron paños ni montaron escaparate de Entroido. “No nos hizo falta ni desmontar las telas de donde las tenemos guardadas. ¿Y para qué íbamos a montar el escaparate? No hay demanda de nada. No se nota que dentro unos días es Carnaval”.

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Las carnicerías también acostumbran a vender más en vísperas del Entroido para la preparación de los cocidos o del lacón con grelos. Sin embargo, este año también trabajarán menos. El cierre de la hostelería y la prohibición de celebrar reuniones entre no convivientes impedirán las celebraciones gastronómicas de antaño. “La gente espera a última hora para comprar para hacer los cocidos, pero aún así a estas alturas de semana ya tendría que haber más encargos”, sostiene Ramona Vázquez Abal, de la Carnicería Ramonita, de Vilagarcía. “Bajó muchísimo todo. El cocido es una comida que se hace para disfrutar toda la familia junta. Al estar cada uno en su casa, no se va a hacer tanto”, añade. “Es una comida que hacen las madres, las abuelas... Los jóvenes aún no tienen costumbre de hacerlo”.

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María Dolores Bouzas, de la floristería Nardos, de Vilagarcía, afirma que aún es temprano para valorar la campaña de San Valentín (que se celebra este domingo), “porque la mayoría de la gente compra en la víspera o en el mismo día”. Sin embargo, tiene la impresión de que tampoco se venderá tanto como en otras ocasiones. “Este año hemos comprado menos flor, con la previsión de que no se venda tanto, pero con la posibilidad de ampliar algo si después vemos que la campaña funciona”. María Dolores Bouzas señala que sí está habiendo más encargos para que la propia floristería haga las entregas, debido posiblemente al cierre de los concellos. “Los que recogen en tienda vienen el mismo día”.

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Solapada con la crisis sanitaria se está produciendo una crisis económica de magnitud aún desconocida. Pero que ya se ha cobrado varias víctimas. En los últimos meses cerraron de forma definitiva varios bares y restaurantes, como el conocido Don Mexilón de O Grove; se han puesto a la venta hoteles, como el Herbiña de Cambados; y varios comerciantes han cesado en su actividad. Así le ha sucedido a la juguetería Centroxogo del Centro Comercial Arousa, que bajó la persiana después de Navidad. Era una de las principales tiendas de su sector en Vilagarcía, pero no ha podido resistir una situación marcada por la caída del consumo y la incertidumbre. Desde noviembre han cesado en su actividad al menos cinco negocios más entre la plaza de A Independencia y San Roque, en pleno centro de Vilagarcía. La mayoría de ellos eran tiendas del ramo textil y de calzado. Unos cierres que se producen apenas unos meses después de la peatonalización de A Independencia, que prometía revitalizar este espacio urbano. María Elena Arines expresa la preocupación de todo el sector. “Estamos muy angustiados. Los que seguimos con la puerta abierta estamos malviviendo, porque ni ayuda el tiempo ni hay motivos para comprar”.

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