El colegio de Mosteiro pone la televisión a los niños en el comedor para evitar que hablen

Después de Navidades, el número de alumnos del colegio de Mosteiro que contrajo el coronavirus fue aumentando paulatinamente hasta los doce actuales. La dirección del centro y los padres optaron por reforzar las medidas de prevención y reducir al máximo posible el riesgo de nuevos contagios, y una de estas fue la de poner la televisión mientras los niños comen en la escuela.

El colegio de Mosteiro tiene más de 300 alumnos, y muchos de ellos son usuarios del comedor escolar, puesto que tiene fama de ser uno de los que mejor funcionan en toda la comarca. Dado que durante la comida los niños se quitan la mascarilla, profesores y padres asumieron desde el inicio de curso que podría ser uno de los talones de Aquiles del protocolo antiCOVID. Por ello, director y profesores diseñaron el servicio de modo que hay pantallas laterales entre los alumnos, y que se ha aumentado la distancia frontal entre ellos.

Las comidas en el colegio son momentos delicados, pues los niños pasan bastante tiempo juntos sin mascarilla

No obstante, después de Navidades se produjo una sucesión de nuevos casos de coronavirus entre los niños, por lo que el colegio optó por dar un paso más para reducir los riesgos. Y consistió en pedir a los alumnos que no hablen entre ellos mientras comen y están sin mascarilla. Para hacerles más liviana la situación, les encienden la televisión durante la comida.

Desde la asociación de padres de alumnos del colegio avalan la decisión. “Por supuesto que preferimos que los niños hablen entre ellos y que no nos gusta que coman con la televisión puesta, pero es una medida extraordinaria por la situación en la que estamos”.

De hecho, fue la propia ANPA la que compró el televisor. Lo hizo para los niños del Plan Madruga, puesto que estos son de diferentes edades y aulas.

Grupos burbuja

El protocolo sanitario en los colegios establece que tiene que haber grupos burbuja, para que los escolares interactúen solo con sus compañeros de clase. Esto es imposible en el Plan Madruga, de modo que la asociación de padres compró el televisor, para que los niños de diferentes edades estén entretenidos mientras no empiezan las clases e interactúen menos entre ellos. Ese mismo televisor es el que se enciende después en el comedor.

La ANPA asume que son medidas temporales en un momento en el que la comunidad escolar está muy inquieta por el rápido aumento de contagios. La asociación respalda a la dirección del centro. “El colegio está haciendo bien las cosas. Las aulas se ventilan, el patio está dividido en distintas zonas para que los chavales no se mezclen... Se está aplicando el protocolo bastante bien. Pero lógicamente es imposible controlarlo todo”.

La dirección del colegio explica que el origen de los positivos es probablemente familiar, y que de hecho de los 12 casos vigentes, seis son de tres parejas de hermanos.

Un cribado en una de las aulas de Mosteiro permitió detectar un positivo asintomático

El aula más afectada fue la de quinto A, ya que llegó a registrar tres positivos. Por ello, la Consellería de Sanidade realizó un cribado en la misma, y se detectó un cuarto alumno con COVID.

Durante un tiempo, se reforzó la seguridad en dicha aula pidiendo a los alumnos que acudiesen a clase con doble mascarilla.

El colegio confía en que la situación mejore después del parón de Carnavales, habida cuenta de que varios de los infectados recibirán presumiblemente el alta en cuestión de unos días.

El caso de Carril

En lo que respecta al resto de colegios de la comarca, el más afectado sigue siendo el de Carril, con 27 positivos. Está previsto que el Ayuntamiento de Vilagarcía lleve a cabo una desinfección especial el próximo lunes, aprovechando que no es día lectivo. En el colegio de Vilalonga hay 13 personas con COVID, según el último informe de la Xunta de Galicia, y en el instituto de Valga son nueve los contagiados.

Suscríbete para seguir leyendo