El patrimonio de A Illa que aún espera su estreno

Inauguradas el pasado mes de septiembre, la pandemia y completar algunos detalles han impedido su apertura

La nueva biblioteca de A Illa estará en la antigua casa de Goday.  | // IÑAKI ABELLA

La nueva biblioteca de A Illa estará en la antigua casa de Goday. | // IÑAKI ABELLA / A. G.

A. G.

A Illa

Abrió sus puertas el pasado mes de septiembre, pero esa apertura fue un tanto efímera, no solo porque todavía faltaba gran parte del mobiliario, sino por las circunstancias que se están viviendo, con una pandemia que obliga a reducir el contacto social. Las casas modernistas de A Illa de Arousa (Dona Tomasa, Campaneiro y Goday) son la inversión más importante que ha realizado el municipio en infraestructuras públicas en los últimos años, pero permanecen cerradas.

Carlos Iglesias, alcalde de A Illa, reconoce que “todavía estamos pendientes de la finalización de algunos pequeños detalles para que se acabe la obra y de la instalación del mobiliario interior, que comenzará a realizarse a finales de esta semana; vamos con cierta calma porque este Concello ha decretado el cierre de todas las dependencias públicas a causa del COVID”. Iglesias asegura que su intención es que “pueda abrir sus puertas cuando esta situación se normalice; nacen para ser un centro social donde la gente de A Illa pueda reunirse y, en las condiciones en las que estamos, no tiene mucho sentido que se ofrezcan estas instalaciones al público”.

Carlos Iglesias: "Todavía estamos pendientes de la finalización de algunos pequeños detalles para que se acabe la obra y de la instalación del mobiliario interior"

Además de para finalizar algunas actuaciones que quedaron pendientes tras la inauguración oficial, uno de los cambios más notables es el de la biblioteca, que pasará del primer piso de un edificio de viviendas situado a escasos metros de las casas, al interior de la conocida como de la familia Goday. A ella, explica Iglesias “se está trasladando el fondo bibliográfico con el que cuenta la biblioteca, un traslado que no solo es físico, sino también tecnológico, ya que los responsables de la biblioteca tienen que volver a cambiar todo el sistema de catalogación de libros, algo muy complejo que lleva su tiempo”.

Mientras, el centro social para la tercera edad que iba a situarse en el bajo de Dona Tomasa y O Campaneiro, que han sido unidos, permanece vacío y diáfano, a la espera de que se acabe con las obras y que pase la pandemia.

En las dependencias que permanecen cerradas se han invertido más de 2,4 millones de euros en una rehabilitación que ha sido modélica y en la que se han mantenido algunos elementos originales, como una fachada protegida con conchas de vieira o las enormes puertas de madera que comunicaban la Casa do Campaneiro con la antigua fábrica.

Interior de una de las viviendas modernistas de A Illa tras las obras de rehabilitación.

Interior de una de las viviendas modernistas de A Illa tras las obras de rehabilitación. / Iñaki Abella

También quedan por recuperar los antiguos pozos de salazón a los que se accede desde la antigua Casa de Goday, una veintena de pozos que todavía se mantienen en relativo buen estado de conservación. Los tres edificios permanecieron durante años sin rehabilitar, llegando a degradarse de forma importante y a amenazar con convertirse en una ruina. Finalmente, con el apoyo de la Diputación, el Concello pudo llevar a cabo el proyecto que, en su día, diseñara el arquitecto Manuel Gallego para la rehabilitación de las viviendas.

Pozos de salazón situados en la antigua casa de Goday.

Pozos de salazón situados en la antigua casa de Goday. / Iñaki Abella

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