El último nombre con el que aparece registrado es “Eros Dos”, pero en la ría de Arousa todo el mundo lo conoce como el “Furabolos”. Así se llama el barco que están desguazando estos días en el varadero del puerto de Tragove, y que ayer sufrió un conato de incendio. Se quedó en un susto, pero se añade a la larga lista de vicisitudes por las que ha pasado este barco, perseguido por pesca ilegal entre 2008 y 2009.
El incendio se produjo sobre las 13.00 horas. La empresa concesionaria del astillero que ocupa la rampa varadero del puerto cambadés de Tragove está despiezando el buque, para comercializar su chatarra, y los trabajadores estaban empleando ayer unos equipos de soldadura. Presuntamente, una chispa habría prendido en los restos de aceite que había por la zona, provocando la deflagración.
Fueron los propios operarios los que dieron la voz de alarma, y desde la central de emergencias del 112 Galicia se dio aviso a los Bomberos de la base de Ribadumia, a la Policía Local, al Servicio de Emerxencias de Cambados y a la Guardia Civil.
En un primer momento se temió lo peor, puesto que se veía claramente el fuego en el interior del palangrero, del cual salía una densa humareda. No obstante, los equipos de extinción lograron sofocar con cierta celeridad las llamas, tras acceder los Bomberos al incendio a través del hueco que habían abierto los trabajadores en el casco para acceder a la bodega.
Se da la circunstancia de que el de ayer fue el segundo incendio que ha sufrido el “Furabolos” en los últimos años. En noviembre de 2018 ya era un buque abandonado e inservible para la pesca, cuando alguien le prendió fuego en el puerto de Ribeira, provocándole daños severos en la proa.
Pesca ilegal
El “Furabolos” es un palangrero construido en 1989. Tuvo bandera española, de las islas Seychelles y de Panamá, un país a menudo cuestionado por sus laxas normas de control de su flota, y al que a menudo recurren armadores que quieren camuflar su identidad o ahorrar dinero en salarios e impuestos.
En 2008, la Comisión Europea ordenó que se impidiese al “Furabolos” atracar en ningún puerto europeo, después de una denuncia según la cual el palangrero había estado pescando sin licencia en el Atlántico Nordeste.
El “Furabolos” reaparecería unos meses más tarde en el puerto de Ribeira, solo que con el nombre de “Eros Dos”. El Gobierno central abrió una investigación en la primavera de 2009 para determinar si el “Furabolos” y el “Eros Dos” eran la misma embarcación, y durante las inspecciones se personó un empresario de Ribeira como presunto dueño del barco.
El “Furabolos” ya no pescó más. Portos de Galicia lo sacó a subasta en 2018, después de que nadie pagase durante años las tasas por el amarre, con un precio de licitación de 29.130 euros. Finalmente, se adjudicó, y en septiembre de 2020 un remolcador de Vigo se lo llevó desde el puerto de Ribeira hasta Tragove, donde en unas semanas quedará reducido a chatarra.
