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El Hospital do Salnés aceleró los tiempos de atención en junio y alivia las listas de espera

Ambulancias en la entrada de Urgencias del Hospital do Salnés.

El confinamiento fue un calvario para los pacientes de otras dolencias distintas al COVID pues al inicio se suspendieron o aplazaron numerosas consultas, pruebas e incluso intervenciones quirúrgicas más o menos urgentes. En el Hospital do Salnés el frenazo se notó en todos los servicios hasta el mes de junio, un momento a partir del que los profesionales apostaron por recuperar el ritmo perdido durante meses para moderar la gráfica de asuntos pendientes, lo que efectivamente consiguieron según el balance facilitado por el Servicio Galego de Saúde.

En concreto se subraya que tanto en la comarca arousana como el área de Pontevedra a la que pertenece se han consguido “unos moderados tiempos medios de espera para intervenciones quirúrgicas, primeras consultas y primeras pruebas diagnósticas”.

El hospital vilagarciano superó al de Pontevedra en varios apartados, si bien la actividad que se desarrolla en ambos es difícil de comparar por el simple hecho de que cumplen objetivos diferentes, incluso en materia de especialización.

Aún así cabe subrayar que la espera para una intervención quirúrgica en el centro comarcal requirió una espera de 45 días, casi la mitad de los requeridos para ser operado en Pontevedra (79 días).

En este sentido,el Sergas abunda en el hecho de que durante el segundo semestre del año se pudo mitigar el desfase que causó el confinamiento y el brusco frenazo de la actividad sanitaria, en tanto que a 30 de junio la espera por una intervención llegó a ser de 92 días (94,2 en el Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra y de 76,6 días en el comarcal). 

Ello quiere decir que el arousano bajó la espera en 30 días, frente a los 20 del centro de referencia. Obviamente todo un logro por la dedicación de los profesionales arousanos.

Añaden en el Sergas que a lo largo del pasado año se llevaron a cabo en el área un total de 18.099 intervenciones quirúrgicas, de las que 6.969 fueron desarrolladas en el centro arousano, lo que implica un promedio de ochenta intervenciones cada día en los centros aludidos.

Prioridad máxima

Pero asimismo se subraya el hecho de que se actuó con la máximas presteza cuando los casos de los enfermos eran catalogados de prioridad máxima, de modo que la actuación médica se llevó a cabo en un promedio de nueve días, expone el balance. Asimismo se recuerda que también se prestó la máxima atención a las denominadas “vías rápidas” que en 2020 implicaron una demora máxima de cinco días “desde la detección de la dolencia de un paciente en Atención Primaria hasta su llegada a la unidad del hospital que debe resolver la situación”.

Respecto a las hospitalizaciones llevadas a cabo destacan que se anotaron 4.125 en O Salnés de las 13.543 pacientes que tuvieron que guardar cama en los centros del área integrada.

En cuanto a los servicios de Urgencias también se constata lo dicho en anteriores ocasiones acerca de la recuperación de la actividad, tras perderse cierto miedo a visitar este tipo de instalaciones en pandemia.

En concreto, los servicios de Urgencias atendieron el pasado año a casi un cuarto de millón de personas (247.561), de los cuales 148.000 recibieron asistencia en los Puntos de Atención Continuada, mientras que los restantes cien mil en las Urgencias hospitalarias; de ellas 33.061 en el hospital saliniense.

Indican asimismo que la media de urgencias atendidas diariamente durante el pasado año en los centros públicos de Pontevedra y Arousa fue de 270 personas, casi cien en la capital comarcal.

32% de consultas telefónicas

En este sentido se recuerda que la demora media en consultas externas a 31 de diciembre de 2020 fue de 2.163.649 de las que 1.740.584 se resolvieron en Atención Primaria -con un porcentaje del 35% de consultas de tipo presencial y las restantes 423.000 en los hospitales. De ellas algo más de cien mil fueron primeras consultas y las 320.000 restantes se refirieron a revisiones. Destacan que el número de consultas telefónicas fue del 32%.

En cuanto a la demora media en consultas externas se subraya que también se mejoró de forma notable en el segundo semestre del año. Explican que las cifras a 30 de junio de 2020 “indican una espera media de 51 días, si bien en este caso pierde O Salnés pues alcanzó los 76 días de retraso frente a 38 en Pontevedra”.

Finalmente exponen que el Complejo Hospitalario de Pontevedra atendió el pasado año un total de 345.451 consultas –78.014 primeras consultas y 2666.459 de revisión–, mientras que el Hospital Público de O Salnés atendió durante 2020 un total de 78.014 consultas, de ellas 21.227 fueron primeras y 56.787 de revisión previamente concertadas.

Las demoras medias se rebajaron en el segundo semestre del año

Las demoras medias en pruebas diagnósticas realizadas en el Hospital do Salnés si que superaron considerablemente las que se registraron a nivel del área sanitaria.

El Sergas indica que la tardanza media en este tipo de estudios fue de 41,8 días, una cifra razonable si se hace referencia a que a finales de junio era de 14 días más.

Pero puestos en relación el Hospital do Salnés con Montecelo es preciso destacar que para una prueba radiológica los primeros tuvieron que esperar 50 días mientras que los segundos solo 29.

Algo parecido ocurrió con las pruebas digestivas pues una endoscopia en el hospital comarcal tardaba 44 días frente a los 30 de Pontevedra.

El Sergas expone que la demora media en el TAC fue a final de año de 30,5 días (27 en Pontevedra y 31 en O Salnés), si bien se observa un enorme cambio de tendencia con respecto al primer semestre del año cuando se tardaban 93 días. En Resonancia Magnética la demora promedio fue de 36 días, 42 en el Comarcal.

El Sergas elogia la actitud de todos los profesionales para reducir esperas

Sanidade, en el balance que acaba de hacer público, destaca el “encomiable y ejemplar esfuerzo, dedicación y comprometida implicación de todos los profesionales de las distintas especialidades y las diversas categorías durante todo el año”.

Con todo, la autoridad autonómica destaca el trabajo para sacar adelante los compromisos con pacientes que esperaron durante el confinamiento por una cirugía considerada de prioridad 1 y aquellos otros que tuvieron diagnósticos incluidos en el Decreto de Garantías y Tiempos Máximos de Atención. Esos son, en su gran mayoría enfermos con procesos oncológicos así como en la consultas y pruebas diagnósticas de vías rápidas de cáncer.

Se trata de enfermos muy delicados que suelen precisar atención más inmediata con el fin de que no se agrave su situación médica o incluso que llegue a ser irreversible.

Precisamente por ello han tenido preferencia cuando se reanudó la actividad asistencial.

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