Los constantes robos y sustracciones de cuerdas en las bateas se han convertido en una severa preocupación para el sector mejillonero debido a las importantes pérdidas que puede causar y la sensación de indefensión que dejan a los propietarios. La última de estas sustracciones tuvo lugar este fin de semana en una batea situada al sur de A Illa de Arousa. Su propietario se acercó ayer por la mañana a comprobar su estado, dándose cuenta antes de abordarla de que una de las zonas que debía estar llena de cuerdas se encontraba totalmente vacía. Esa impresión se confirmó en una inspección más profunda, detectando la ausencia de casi una decena de cuerdas de mejillón cercano a su tamaño comercial.
El afectado reconocía ayer que el daño provocado no es excesivo, rondaría los 1.000 euros aproximadamente, pero mostraba su malestar por la sensación de impotencia y rabia que deja lo ocurrido, y sobre todo, porque se repita una y otra vez, ya que está ocurriendo de manera demasiado habitual.
Aunque la mayor parte de estos robos se denuncian ante las autoridades, lo cierto es que pocas veces se consigue identificar a los individuos que se dedican a aprovecharse del trabajo de sus compañeros. Una de las detenciones más destacadas ocurrió en 2018, cuando se detuvo a un vecino de Vilaboa por el robo de más de 600 cuerdas cargadas de mejillón en la ría de Vigo.
