La prolongada pandemia ha provocado que la alcaldesa de Marín, María Ramallo, haya anunciado esta semana que deja el Congreso de los Diputados para centrarse en el trabajo por su municipio, una renuncia que se hará efectiva a finales de mes. La marcha de Ramallo abre la puerta a que la vilagarciana Elena Suárez, la siguiente en la lista del PP de Pontevedra a las elecciones generales (fue de número 4), ocupe su escaño.

Aunque la parlamentaria en O Hórreo se pone a disposición absoluta del partido, no oculta que le gustaría quedarse en la Cámara gallega para continuar realizando su labor por O Salnés y poder estar más cerca de Vilagarcía para echar una mano en la agrupación local del PP, la cual carece de presidente desde hace un año.

“Estoy a disposición del partido, aunque si me preguntas por mi preferencia, te digo que me gustaría quedarme en Santiago. Estoy muy centrada y muy contenta con mi labor parlamentaria. Por mi poca experiencia veo que desde aquí puedo ser muy útil a la ciudadanía de Vilagarcía y de O Salnés. Además creo que estando aquí tengo más capacidad para dedicarme al partido en Vilagarcía. En todo caso estoy a expensas de lo que decida el partido, como hice siempre y como debe ser”, declaraba ayer Suárez.

Ahora debe ser el líder provincial del PP, Alfonso Rueda, el que decida el papel que le toca jugar a la política vilagarciana: si seguir en Santiago o hacer las maletas a Madrid. De marcharse a la capital, la formación conservadora se quedaría sin ningún representante de O Salnés, puesto que la hipotética marcha de Suárez se sumaría a la del cambadés José Manuel Cores Tourís, recientemente nombrado presidente de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía.

Las quinielas apuntan a que Elena Suárez continuará desarrollando su carrera política en el Parlamento gallego, donde forma parte de tres comisiones, y en una de ellas ejerce de vicepresidenta de la mesa, concretamente en la de educación y cultura. Las otras dos son la de pesca y la de sanidad, política social y empleo.

Suárez se ve “considerada” entre las filas populares por su trabajo en el Parlamento autonómico, donde se instaló hace pocos meses y se siente realizada y reconocida.

La arousana fue designada por el PP para ir de número 4 al Congreso en las últimas generales. No logró entrar, y en la siguiente cita electoral, en esta ocasión de carácter autonómico, fue en la candidatura de Feijóo de número 10 por Pontevedra. Salió elegida y desde julio de 2020 es diputada en la Cámara gallega. Si renuncia a dar el salto a Madrid como se espera, relevaría a María Ramallo el teniente de alcalde de A Estrada, Juan Constenla.