La pandemia por COVID condicionó la actividad pesquera y marisquera en Galicia durante prácticamente todo 2020, y muy especialmente durante el confinamiento y los períodos de cierre o limitación del canal Horeca.
Lo que pocos podían imaginar cuando se decretó el estado de alarma en España era que algunas especies iban a completar el año marcando registros históricos en las lonjas de la comunidad.
Es lo que ha ocurrido con el centollo, que logró los mejores resultados que se recuerdan, tanto en volumen como en facturación, y con la nécora, que cosechó el segundo mejor registro de las dos últimas décadas.
Hay varios factores que lo explican, entre ellos la escasez de pulpo, ya que, como siempre repiten los marineros más veteranos, si el cefalópodo escasea, sus potenciales presas tienden a abundar.
Además, las condiciones meteorológicas y oceanográficas fueron propicias para la pesca de centollo en la recta final el año.
Otra de las explicaciones para el aumento de las capturas de centollo y nécora es que ciertas especies atravesaron importantes dificultades, y esto hizo que una parte de la flota las dejara de lado para dedicarse, precisamente, a la captura de los citados crustáceos.
Los resultados del centollo
De ahí que en todo 2020 se descargaran en las lonjas gallegas 564 toneladas de centollo con las que se generaron unos ingresos de 5,2 millones de euros, frente a las 443 toneladas y los 4,8 millones de euros que se habían alcanzado en 2019.
Los del pasado ejercicio se convirtieron así, como queda dicho, en los mejores registros de la historia. Incluso por encima de las 526 toneladas y los 4,7 millones de euros que había alcanzado la flota de enmalle en 2018.
Atrás quedan años naturales como 2017, con 456 toneladas (4,3 millones de euros); 2016, cuando se subastaron 272 toneladas (3,5 millones); y 2015, con 292 toneladas de centollo y una facturación de 3,2 millones de euros.
La importancia de la campaña de Navidad
Hay que incidir en que se trata de años naturales, ya que la campaña comienza en noviembre y se extiende hasta el verano siguiente, desplegándose la parte más importante de cada una de ellas en las fechas navideñas.
Antonio Otero: “La gente está contenta porque fue un año de bastante marisco"
Antonio Otero, el patrón mayor de la Confraría de Pescadores San Martiño, con socios de O Grove, Meaño, Ribadumia, Cambados y Sanxenxo, confirma que, contra todo pronóstico, 2020 resultó “un año fantástico” para la flota de enmalle, a la cual pertenece.
“La gente está contenta porque fue un año de bastante marisco, y aunque la campaña del centollo empezó mal, pronto se corrigió y tuvimos unas Navidades muy buenas”, explica el patrón mayor y armador.
Abundando en ello, resalta que “fue clave el hecho de que hubiera poco pulpo y que pudiéramos disfrutar de muy buen tiempo para la pesca de centollo, con predominio de los vientos del sur”.
Respecto a los precios alcanzados, “no cabe duda de que empezaron bajos, pero acabaron siendo muy buenos; lo cierto es que nadie podía esperar que pudiéramos completar una campaña tan positiva, y ni siquiera los más optimistas podíamos creer que se fuera a pescar tanto”, manifiesta.
Antonio Otero también coincide al señalar que “dado que otros sectores se vieron más afectados por las limitaciones impuestas con el coronavirus, muchos decidieron sumarse a la campaña del centollo, de ahí que aumentara el volumen de descargas; como también sucedió con la nécora”.
Prueba de ello es lo sucedido en la campaña actual, pues si en todo 2020 se consiguieron 5,2 millones de euros, por la venta de 564 toneladas, resulta que en noviembre y diciembre se consiguieron casi cuatro millones de euros, comercializándose en esas fechas navideñas 435 toneladas.
Esto es tanto como decir que en los dos últimos meses se despachó y se facturó desde las lonjas gallegas el 77% de todo el centollo manejado a lo largo de 2020.
A pesar de tratarse de un año de pandemia, el tirón navideño fue mayor que nunca. Esos 4 millones de euros conseguidos con el centollo en los dos últimos meses por la subasta de 435 toneladas superan claramente los resultados de 2019, con 269 toneladas y 3 millones de euros.
Lo cierto es que en la recta final de los años previos tampoco se había llegado a tales registros.
En noviembre y diciembre de 2018, por ejemplo, habían sido 324 toneladas (2,8 millones); en 2017 se subastaron 348 toneladas (2,9 millones de euros); en 2016 fueron solo 162 toneladas de centollo (2,2millones); y en 2015 los dos últimos meses se saldaron con 225 toneladas y 2,3 millones de euros.
La consolidación de O Grove y el despegue de Ribeira y Vigo
Analizando lo que dio de si la recta final de 2020, en lo que al centollo se refiere, puede decirse que O Grove volvió a dominar las operaciones, superando con nota alta las limitaciones propias de la pandemia.
Aunque la campaña empezó con preocupación, dado que el precio del centollo en lonja era sorprendentemente bajo, todo cambió a partir de la tercera semana de actividad, cuando las cotizaciones se dispararon, contribuyendo a obtener unos ingresos nunca vistos.
En el caso del puerto meco, que suele marcar los mejores registros económicos por este que está considerado como el “rey de los mariscos”, hay que destacar que volvió a suceder, ya que facturó 715.000 euros después de la venta de 50 toneladas.
Sus elevadas cotizaciones le permitieron volver a liderar el ranking de ingresos, si bien es cierto que no es el puerto en el que más producto se vende. Ese mérito suele corresponde a la lonja de A Coruña, que volvió a logarlo, colocando en el mercado 109 toneladas. Sin embargo, facturó 100.000 euros menos que la lonja de O Grove.
Entre ambas se colaron Ribeira, con 75 toneladas y una espectacular facturación para este puerto arousano, de nada menos que 713.000 euros, y Vigo, que mejoró de manera notable sus resultados e ingresó 650.000 euros por la subasta de 72 toneladas de centollo.
Sin duda, son las cuatro referencias indiscutibles.
A mucha distancia se sitúan ya lonjas como Muros, con 34 toneladas en los dos últimos meses del ejercicio (200.000 euros); Cambados, con 11 toneladas y 164.000 euros; Cangas, que por el mismo volumen ingresó 158.000; y Bueu, con nueve toneladas y 105.000 euros.
Los registros marcados por la nécora
Los “naseiros” disfrutaron de un buen año. La nécora se portó bien en 2020, quizás mejor de lo esperado, generando 2,2 millones de euros por la venta de 135 toneladas.
Puede decirse que están entre los mejores registros de las dos últimas décadas, ya que únicamente los superan las 149 toneladas y 2,3 millones de euros del año 2017.
Tanto en 2019 como en 2018 y 2016 se habían facturado dos millones de euros, por la venta de 115, 110 y 114 toneladas de nécora, respectivamente.
En los años precedentes la facturación se había quedado en torno a los 1,6 millones de euros.
La nécora en Vigo, A Coruña, Ribeira y O Grove
Analizando exclusivamente los registros de 2020, puede decirse que Vigo generó los mayores ingresos gracias a 29 toneladas de nécora, con una facturación total de 548.000 euros.
El puerto vigués se situó así por delante de la lonja de A Coruña, que obtuvo 324.000 euros tras vender 25 toneladas, y de Ribeira, con 20 toneladas y 302.000 euros.
Tras las grandes lonjas se sitúa la de O Grove, donde la nécora es uno de sus productos estrella, de ahí que con la venta de apenas nueve toneladas generara unos ingresos de 236.000 euros, frete a los 108.000 facturados en Burela, en este caso con una tonelada menos.
Con alrededor de cuatro toneladas de nécora, en cada caso, aparecen Cangas, Pontevedra (Mercado) y Muros, cuyas facturaciones fueron, respectivamente, de 88.000, 63.000 y 51.000 euros.
Los peores resultados posibles para el pulpo
La flota de enmalle y los “naseiros” achacan la abundancia de centollo y nécora, entre otras razones, a la escasez de pulpo, su principal depredador.
Para comprobar qué puede tener esto de cierto basta revisar los datos provisionales remitidos por las cofradías a la plataforma Pesca de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar.
No hay que darles demasiadas vueltas para concluir que la flota puede tener razón, ya que 2020 fue el peor año que se recuerda para el pulpo, con apenas 1.020 toneladas que generaron en toda Galicia 7,8 millones de euros.
Los principales "puertos pulpeiros"
Lo cierto es que la situación del pulpo empieza a ser desesperante en muchas de las rulas de la comunidad gallega, manteniéndose como las más importantes para esta especie las de Ribeira, A Coruña y Vigo, el año pasado con 189, 156 y 103 toneladas vendidas, respectivamente.
Este cefalópodo también es importante en puertos como Muros (74 toneladas en 2020), Burela (65), Corcubión (64), Bueu (56), Fisterra (44) y Malpica (38).
Nada que ver, por ejemplo, con las 2.129 toneladas de 2019 o las 2.029 de 2017, en ambos casos con facturaciones de 16 millones de euros. También muy lejos de lo ocurrido en 2018, cuando 1.915 toneladas de este cefalópodo generaron unos ingresos de 19 millones.
Los mismos que se alcanzaron en 2016, aunque en aquella ocasión con 3.196 toneladas de pulpo despachadas.
Muy lejos quedan, incluso, aquellas 1.769 toneladas con las que se había cerrado el año 2015, mientras que en 2014 se habían alcanzado las 2.651 y en 2013 se habían subastado 2.000 toneladas de esta especie.
No es de extrañar la preocupación de la flota, que lleva meses reclamando la realización de estudios mediante los que determinar las posibles causas de la desaparición de este cefalópodo y que no descarta la introducción de vedas mucho más amplias de lo que venía siendo habitual.
