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Vilanova degusta los callos al calor del hogar

La cocinera de un restaurante vilanovés prepara una “pota” de callos. | // IÑAKI ABELLA

San Cibrán acogió ayer varios actos religiosos. | // IÑAKI ABELLA

En casa o en las terrazas en grupos de menos de cuatro personas. Así fue la celebración ayer del tradicional San Mauro de Vilanova, una de las romerías más especiales de ese municipio que ayer se vivió excesivamente descafeinada. En ello tuvo mucho que ver la pandemia y coincidir la celebración con las medidas restrictivas más altas. Aún así, los bares no dudaron en encender los fogones para preparar raciones de suculentos callos para llevar y que los comensales pudiesen degustarlos al calor del hogar. Varios de los establecimientos que ayer servían el delicioso potaje ya anunciaron su intención de cerrar sus puertas en los próximos días.

La mayor parte de ellos comenzaron a cocinar los suculentos garbanzos el día anterior, haciendo bueno el dicho que señala que los callos siempre están mejor al día siguiente de ser cocinados. Aunque sin la afluencia de años anteriores, si que hubo algunas personas que se acercaron a degustar este manjar en las terrazas, el único punto del establecimiento que podía permanecer ayer activo, ya que Vilanova se encuentra en el máximo nivel de restricciones. La inmensa mayoría de las raciones se llevaron para casa.

Los hosteleros reconocían ayer que “esto está un poco desangelado si lo comparamos con años anteriores, cuando la mayor parte de los locales estábamos llenos y con una gran actividad, pero la situación es la que es y no nos queda otra que resignarnos,”.

Los únicos actos que hubo durante la jornada de ayer fueron los religiosos, con medio aforo en la iglesia y un grupo de gaiteiros para alegrar una jornada que debía ser festiva pero que se ha visto truncada por el coronavirus. Tres actos religiosos se celebraron en la iglesia de San Cibrán y en ninguno de ellos se procedió a la tradicional procesión de la imagen de San Mauro, uno de los santos con mayor número de devotos en el municipio vilanovés. Pese a la pandemia, y a no ser el patrón del municipio, la jornada fue ayer festiva en Vilanova, una circunstancia que se repite en la primera romería del año de Vilanova. Después llegarán Santa Marta en Pontearnelas el 29 de julio y San Simón, en Baión, el 28 de octubre.

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