Quiere usted comprar erizo de mar? ¿Qué productos que no tenemos le gustaría encontrar cuando acude a nuestra tienda? Estas son las dos preguntas que formula a sus potenciales clientes una pescadería dispuesta a hacer lo que sea necesario para seguir contentándolos.
No se trata de una pescadería cualquiera, sino de un negocio perteneciente a una corporación de derecho público sectorial, sin ánimo de lucro, como la Confraría de Pescadores San Martiño.
Asentado en O Grove y con socios de esta localidad, Sanxenxo, Ribadumia, Meaño y Cambados, este pósito dispone de una pescadería propia; un punto de venta directa que se ha convertido en uno de los negocios con mayor afluencia de clientes en la villa meca, incluso en plena pandemia.
Y no solo quiere mantenerlos y contentarlos, sino que aspira a conseguir más, de ahí que el cabildo, dirigido por Antonio Otero, incluso organice una encuesta para saber de qué productos quieren disponer esos usuarios cuando acuden a sus instalaciones.
Organiza la consulta a través de las redes sociales, preguntando a los potenciales compradores cuáles son los pescados, cefalópodos, bivalvos o crustáceos que desearían encontrar en esta pescadería, situada en el mismo edificio que ocupan la plaza de abastos y la lonja de contratación, es decir, dentro del inmueble en el que cada tarde se realizan las subastas de los productos recién descargados en el puerto.
El erizo de mar busca su sitio
La cofradía pretende así conocer qué tipo de artículos que actualmente no tiene a la venta podrían interesar a sus clientes.
Y de forma más detallada incluso les pregunta si estarían interesados en adquirir erizo de mar, un recurso emergente en esta localidad arousana que, sin embargo, suele venderse a empresas que lo destinan a diversos mercados nacionales e internacionales, siempre lejos de las fronteras grovenses.
Se desconoce el interés que puede existir en O Grove y los municipios cercanos por adquirir este producto, de ahí que se consulte a los ciudadanos antes de tomar la decisión de ponerlo a la venta, teniendo en cuenta, también, que es un producto delicado que no puede almacenarse demasiado tiempo.
Se trata, en definitiva, de averiguar si este equinodermo despierta expectación entre los consumidores y potenciales clientes antes de decidir si se suma a la carta de productos disponibles en la pescadería.
Galicia: 47 millones de euros en dos décadas
En el conjunto de Galicia el erizo de mar ha generado 47 millones de euros desde el año 2001, después de la venta de 12.769 toneladas.
615 de ellas se despacharon durante el pasado ejercicio, en este caso por valor de 5,4 millones de euros, obteniéndose los mayores ingresos en Bueu y O Grove, con 519.000 y 517.000 euros, respectivamente.
En la primera de las rulas se despacharon 47 toneladas, mientras que en la meca fueron 57; prácticamente la misma cantidad que se subastó en Aguiño (441.000 euros) y A Guarda (426.000 euros), y por encima de las 51 toneladas de Baiona (467.000 euros) y Malpica (468.000).
Otros de los puertos importantes para esta especie fue Carnota (Lira), con 64 toneladas y 484.000 euros.
En el pósito advierten ya de que se vendería a unos 10 euros el kilo, lo cual es otra de las razones para querer conocer de antemano el interés real por la especie.
Los mayores ingresos económicos de la historia en la lonja meca
No cabe duda de que el erizo de mar es un recurso al alza en la cofradía de pescadores de O Grove, donde el año pasado alcanzó los mejores registros económicos de su historia, con 517.000 euros facturados después de la venta de 57 toneladas.
Nada que ver con lo que sucedía, por ejemplo, en el año 2001, cuando se comercializaba la mayor cantidad de equinodermo, 73 toneladas, pero solo se ingresaban 112.000 euros, lo cual demuestra lo mucho que ha evolucionado la cotización de esta especie desde entonces.
Evidentemente, se trata de un recurso cada vez mejor valorado, de ahí el aumento de su precio medio, que pasó de apenas un euro el kilo, hace dos décadas, a más de nueve euros, el año pasado.
En este periodo, es decir, en las dos últimas décadas, en la lonja meca se despacharon 889 toneladas de esta especie capturada por los mariscadores mediante técnicas de buceo, generando en lonja una facturación total de 3,5 millones de euros.
