No existe un registro comarcal, pero la cantidad de trabajadores que en O Salnés se encuentra en ERTE -enmarcados en la pandemia- es muy numerosa. El sindicato CIG está recibiendo un aluvión de quejas de empleados en esta situación laboral, desesperados con los problemas que están teniendo en el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) y en el Servizo Galego de Colocación con sus prestaciones. Desde escasez de atención presencial, errores en las cuantías de los pagos, retrasos de los mismos, serias dificultades para contactar con los organismos, información que varía en función del funcionario, ...

El secretario comarcal de CIG-Salnés, Xoán Xosé Bouzas, “Tupi”, advierte de que a los trabajadores en ERTE muchas veces ni se les proporciona la resolución de su prestación contra la que poder presentar una reclamación. “Te dicen verbalmente que la prestación está aprobada y cuando hay problemas lo único que hace el SEPE es abrir una hoja de incidencia que no le compromete a nada porque contra eso no se puede recurrir”, denuncia el sindicalista, quien alerta de que esta situación aboca a los trabajadores a una “incerteza e indefensión total”.

Aunque admite que la atención presencial se ha incrementado desde el inicio de la pandemia de COVID, asegura que “no es suficiente”. Censura que la principal vía de comunicación para consultar la prestación pública sea de forma “on line”, puesto que “muchos trabajadores no manejan la informática o no pueden acceder a esa página web y es un problema”.

En la página del SEPE no se registran los históricos, de forma que cuando un trabajador realiza una consulta y posteriormente el SEPE modifica algo, no puede ver el anterior documento. “Todo esto genera retrasos en los cobros e incluso ausencia de cobros”, manifiesta “Tupi”.

Otra de las incidencias más comunes con la que se encuentran las personas afectadas por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo es la variación en la cuantía de la prestación, que es distinta cada mes. “Cuando van a la oficina de empleo, a veces vienen peor de lo que fueron, más confusos”, añade.

En relación al papel de las empresas, CIG critica que algunas no les facilitan a los empleados la documentación sobre el ERTE en el que están inmersos. Además, considera que el plazo del que disponen las compañías para comunicar las incidencias al SEPE es demasiado largo (hasta el día 20 del mes siguiente), por lo que suelen esperar al final de ese periodo para realizar el trámite. “Tenemos un caso real de una persona que fue a cobrar el día 10 y no tenía nada para cobrar. Además tenía un cobro indebido de noviembre, por lo que a finales de enero tendrá tres meses pendientes”, señala el portavoz comarcal del sindicato.

Futuros despidos

En su opinión, la “prórroga indiscriminada” de los ERTE por parte del Gobierno “llevará consigo que muchos de ellos se conviertan en ERE o despidos por causas objetivas”. Reclama que los trabajadores, “que son los que están pagando esta crisis, cobren el 100%, no el 70% como ahora”. “Los ERE son un problema, no una solución. Debería haber un permiso retribuido por la empresa y la administración ya le pagaría a la empresa para que no hubiera estas distorsiones”, concluye Bouzas.