La inmensa mayoría de los profesionales que trabajan en el Hospital do Salnés quieren vacunarse contra el COVID. Distintas fuentes consultadas aseguran que es muy residual el porcentaje de trabajadores reacios a administrarse la inyección. De hecho hay quienes están ansiosos por ponérsela, si bien deben esperar su turno, puesto que el proceso comenzó ayer por los sanitarios que están en primera línea en la lucha contra el virus, como son los de Urgencias, los de la planta COVID o los de las ambulancias (tanto las del 061 como de Protección Civil).
En esta primera jornada se vacunaron 87 de las 90 personas citadas en el Hospital do Salnés, lo que evidencia una gran aceptación entre la plantilla. Aunque estaba previsto poner las primeras dosis a las ocho y media de la mañana, el trabajo no comenzó hasta pasadas las nueve debido al retraso con el que llegaron las vacunas, fuertemente escoltadas por la policía.
También hubo algunos problemas con las citaciones a los profesionales vía SMS, que se demoraron más de lo esperado. De hecho alguna gente no recibió el mensaje hasta la medianoche previa. “Empezamos con los problemas lógicos de la primera jornada”, valoraba el coordinador de vacunación COVID del Área Sanitaria de Pontevedra-O Salnés, Juan Alberto Vázquez Vilar.
La supervisora de Enfermería de Urgencias del Hospital do Salnés, Concepción Abellás, fue una de las primeras profesionales en vacunarse. “Fue todo muy rápido y organizado. Dos enfermeras con formación específica en COVID se encargaban de vacunar. Estábamos en una fila única con distancia de seguridad y había un dispositivo preparado para posibles reacciones alérgicas. Como cualquier vacuna, hay que esperar los veinte minutos de rigor”, señala Abellás.
El enfermero de la planta COVID David Camanzo fue el primero del Hospital en administrarse la dosis. César Rajoy, técnico de la ambulancia medicalizada, está citado para hoy. “No sé de nadie que no quiera vacunarse. Siempre te da algo de respeto, pero valoras los riesgos de la vacunación y de sufrir COVID y evidentemente hay que vacunarse; es necesario. Sobre todo nosotros, que entramos a domicilios, lugares totalmente hostiles”, comenta Rajoy.
La vacunación entre los sanitarios se prolongará hasta el viernes. Hoy le toca el turno a los profesionales de centros de salud, como por ejemplo los de Vilagarcía o A Illa.
La presión asistencial en Urgencias se dispara
“La presión asistencial está siendo muy elevada”. Son palabras de la responsable de Enfermería de Urgencias del Hospital do Salnés y vicepresidenta de SEMES Galicia (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias), Concepción Abellás. La media de atenciones diarias en el centro sanitario de Rubiáns (Vilagarcía) está superando el centenar, sobre todo propiciada por las patologías respiratorias, susceptibles de coronavirus. Sin ir más lejos, ayer por la mañana entraba por Urgencias un hombre de mediana edad vecino de Vilagarcía con posibles síntomas de COVID. El ala del Hospital destinada al ingreso de estos enfermos contaba ayer con nueve pacientes, uno menos que el día anterior, según el parte del Sergas. Durante el confinamiento hubo días en los que el servicio de Urgencias recibió solamente a 35 pacientes, una cifra que ya queda en el olvido para los profesionales, que estos días trabajan a destajo para atender a la ingente cantidad de pacientes que necesitan atención sanitaria urgente. La responsable de Enfermería admite que en Vilagarcía se han disparado los casos de COVID tras las Navidades. También entre la propia plantilla del Hospital se han dado varios positivos, aunque todos ellos son contagios que se han producido fuera del ámbito laboral y no tienen relación entre sí, por lo que el Sergas no lo considera un brote. Con todo, se están realizando cribados en distintos servicios del Hospital comarcal para detectar posibles casos nuevos entre el personal.
