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Los alcaldes ven necesarias las medidas ante el incremento generalizado de casos

Reconocen que la situación no es nada buena en la mayor parte de los concellos | Durán: “Había que tomar medidas drásticas porque se escapaba de las manos”

Imagen del cribado masivo de la pasada semana en A Illa. | // NOÉ PARGA

El descontrol de la pandemia en la comarca de O Salnés ha provocado que en la mayor parte de los municipios se apliquen las normas más restrictivas, una decisión de la Xunta que ningún alcalde cuestiona, salvo para incidir en que debieron haberlas aplicado antes. En todos ellos son conscientes de que el sector que más va a sufrir es el de la hostelería, con muchos locales obligados a cerrar sus puertas ante la imposibilidad de ofrecer servicio de terraza por las condiciones meteorológicas invernales.

El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, apuntaba ayer a las relaciones sociales, propiciadas por la Navidad, como la más que posible causa del fuerte incremento de casos detectado en los últimos días”. Es por ello que, desde el gobierno local se apela a la responsabilidad individual y colectiva ya que “no hay suficientes policías para vigilar la conducta de todos los vecinos, por lo que está en manos de todos que no se registren esas situaciones”. Varela también lamenta que, otra vez, sean los hosteleros y comerciantes quienes más directamente van a sufrir las consecuencias de las limitaciones de horarios y movilidad”.

En Vilanova tan solo hay una veintena de casos, pero su alcalde, Gonzalo Durán, respalda la decisión de la Xunta de aplicarles las máximas restricciones. “Desde el día 2 hasta hoy, el número de casos ha pasado de 3 a 20, una subida muy pronunciada que tenemos que frenar como sea y que viene de las comidas de Navidad, por eso hay que ser drásticos”, explica. Durán espera que la situación se pueda estabilizar en el plazo aproximado de una semana pero “la gente solo puede moverse del trabajo a casa y viceversa, porque si no cortamos la movilidad, vamos a tener muchos problemas”.

Tampoco es contrario a la medida el alcalde de A Illa, Carlos iglesias, sobre todo en un municipio cuya situación “no es nada buena, con una cifra de contagiados muy alta”. Iglesias tan solo llama la atención de que “vamos a tener una serie de restricciones más duras ahora, con 70 casos, que a mediados de diciembre, cuando en A Illa había más de un centenar de casos, por eso creo que las medidas igual se debieron aplicar antes”. Ribadumia es de los municipios que se quedará en el nivel medio de restricciones, con once contagios.

Alegría en Cambados, escepticismo en Meis

La alcaldesa de Meis y presidenta de la Mancomunidade do Salnés, Marta Giráldez es crítica con Feijóo. “Los ciudadanos no entienden que la situación sanitaria haya empeorado tanto, y que en cambio ahora tengamos más movilidad que antes”. En su opinión, las anunciadas por la Xunta, “son medidas poco valientes”. “Igual habría que ser más contundentes y no sacrificar siempre a los mismos”, en alusión a la hostelería. Mientras, en Cambados, tanto la alcaldesa, Fátima Abal, como el concejal de Sanidade, Constantino Cordal, celebraron el cambio de fase. “El cierre perimetral se nos estaba haciendo demasiado largo, sobre todo porque no había una explicación, una base que lo sustentase”, declaró la regidora. Cordal, por su parte, aduce que, “son medidas que van a ser bien recibidas por la ciudadanía cambadesa en general, y por la hostelería y el comercio en particular”. Eso sí, recordó que, “cualquier descuido puede originar un brote”.

Cacabelos pide cautela y permite entrenamientos

José Cacabelos, el alcalde de O Grove, se posiciona “con toda la cautela y precaución del mundo” en relación con la pandemia para decir que en su municipio “estamos avanzando positivamente, porque en las últimas tres semanas hemos pasado del pico máximo de 64 positivos a solo 15”. Esto ha hecho que, “de acuerdo con los nuevos parámetros establecidos por la Xunta, O Grove se sitúe ahora en el nivel medio-alto”. Significa “que ya no tenemos cierre perimetral y, por tanto, tenemos libertad de movimientos fuera de O Grove y en localidades en nuestra misma situación, mientras que para ir a las demás hay que tener justificación”, aclara. Con la nueva situación “también se permite, por fin, abrir el interior de los locales de hostelería, al 30%, y las terrazas, al 50%, siempre con un máximo de cuatro personas, lo cual tiene mucha importancia en un municipio como el nuestro”, reflexiona. Es, insiste, “una buena noticia”, pero apela a la necesidad de “mantener las medidas preventivas” y recuerda que “el toque de queda se adelanta a las diez de la noche” y que “hay que limitar al máximo las reuniones con familiares y amigos”. Aprovecha para anunciar que en la Junta de Gobierno “hemos decidido que a partir del lunes se reabran las instalaciones deportivas para facilitar los entrenamientos de los clubes, pero por ahora será solo para entrenar y no permitiremos competiciones, porque eso implica movilidad entre pueblos, y dada la situación general de Galicia es algo que debemos seguir controlando”.

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