Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La demolición del cuartel de Cambados solo afectará al tráfico unas dos semanas

El cuartel de la Guardia Civil de Cambados, ayer. | // NOÉ PARGA

La empresa contratada por el Ministerio del Interior para demoler el cuartel de la Guardia Civil de Cambados empezó ayer los trabajos. Aunque por el momento apenas se verá obra, puesto que los operarios deben realizar una serie de actuaciones previas a la llegada de la maquinaria pesada. El concejal de Obras de la localidad, Samuel Lago, ha hablado con el ingeniero responsable de la actuación, y este le ha transmitido que si no surgen contratiempos especiales, se recortarán los plazos de ejecución de la obra y el periodo de cierre al tráfico de la calle Valle Inclán.

El Ministerio va a demoler el viejo cuartel de la Guardia Civil de Cambados. Una vez que la finca esté explanada y limpia, se procederá a construir el nuevo acuartelamiento. Samuel Lago explica que el Ministerio está redactando el proyecto, y que la previsión pasa por licitar y adjudicar la obra en este 2021, de modo que los edificios puedan construirse entre 2022 y 2023. El Gobierno ha reservado para el nuevo puesto una partida plurianual de seis millones de euros.

Obra de envergadura

En el proyecto de demolición se indicaba un plazo de ejecución de tres meses, y que la circulación por la zona se viese afectada durante una gran parte de ese periodo. No obstante, la empresa adjudicataria manifestó ayer a Samuel Lago que probablemente serán capaces de terminar la obra en dos meses, y que intentarán que el corte de tráfico en la calle Valle Inclán sea lo más breve posible. “Van a intentar que solo haya que cerrar al tráfico un par de semanas”, avanza Lago.

En todo caso, se mantendrá el paso peatonal por la acera opuesta a la del cuartel. Cabe recordar que en las inmediaciones del puesto de la Guardia Civil hay un aparcamiento público, utilizado diariamente por docenas de personas que acuden a los juzgados, al registro o a la oficina de empleo.

El ingeniero y el edil hablaron también de las inevitables molestias que originará una obra de esta envergadura, como son el ruido y el polvo. “La empresa va a trabajar de día y utilizará técnicas para reducir la emisión de polvo, pero será imposible evitar completamente estas molestias”. Por ello, el concejal se adelanta a pedir disculpas por las molestias a los afectados y a recomendarles que cuando empiecen los trabajos de derribo mantengan las ventanas cerradas.

La empresa deberá asimismo tener especial cuidado en algunas fases de la obra, habida cuenta de que el solar del acuartelamiento linda por un lado con el instituto Ramón Cabanillas; por otro, con una vivienda, que funciona a su vez como restaurante; y por un tercero, con uno de los muros de mampostería de la huerta del palacio de Fefiñáns, que está declarado Bien de Interés Cultural.

Lo que linda con el muro es el aparcamiento posterior del acuartelamiento, y lo que prevé el proyecto para protegerlo es dejar sin picar una franja de 4,5 metros de ancho en paralelo al cierre. Además, este podría apearse en caso de ser necesario, puesto que actualmente presenta una cierta inclinación precisamente hacia el interior de la finca de la Guardia Civil. En esa zona se trabajará solo con medios manuales y maquinaria ligera, para minimizar las vibraciones y el riesgo de afección al muro.

El proyecto aprobado por el Ministerio contempla que la demolición será total. Únicamente se mantendrá una parte de la cimentación de la fachada pegada a Valle Inclán. El presupuesto es de 217.000 euros.

El primer paso será retirar el amianto

La empresa ejecutará a lo largo de las dos próximas semanas las actuaciones previas a la demolición, como son el vallado y señalización del recinto, el acopio de material, la desconexión de las acometidas (eléctrica, de agua, de saneamiento...) o la instalación de los andamios. Además, están pendientes de la llegada del permiso del Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral para proceder a la retirada del amianto. Las acciones de demolición en sí podrían empezar dentro de tres o cuatro semanas. El proyecto prevé que esta se hará en orden inverso a la construcción, tirando primero la cubierta, y después las plantas superiores, una a una, hasta llegar a la rasante. Entre la maquinaria prevista se encuentran una pala, retroexcavadoras, cizallas y martillos hidráulicos. Para prevenir la formación de polvo, los operarios regarán con frecuencia las zonas de trabajo y los escombros, emplearán sistemas de absorción, y los camiones circularán con lonas. En lo referente a los ruidos, se realizarán mediciones periódicas de decibelios, y los elementos más contaminantes, como el martillo neumático, no se utilizarán ni a primera hora de la mañana ni a primera de la tarde. En caso de ser necesario, el proyecto contempla también el uso de pantallas de absorción del ruido.

El puesto se construyó en 1971 y estaba en tan mal estado que empezó a deformarse cuando intentaron reformarlo

El cuartel de la Guardia Civil de Cambados data de 1971. Hace más de una década que se solicitaba la construcción de uno nuevo, pero como esta petición se caía año tras año de los presupuestos del Estado, el Ayuntamiento de Cambados logró el apoyo de la Diputación para acometer una reforma en profundidad. Y en eso estaba la empresa constructora contratada hasta que los técnicos vieron que los edificios estaban en tan mal estado que empezaban a deformarse. Saltaron todas las alarmas, y se decidió desalojar de urgencia el puesto e iniciar todos los trámites para la construcción de uno nuevo. A finales de 2019, el servicio de la Guardia Civil de Cambados -uno de los principales de la Compañía de Vilagarcía- se realojó en el centro social de A Mercede. El acuartelamiento que se va a demoler consta de dos bloques de cuatro plantas cada uno (hasta una altura máxima de 13,3 metros), de un galpón donde se encuentra el pozo de agua y de un cobertizo que se utilizaba para aparcamiento. La parcela es de 2.200 metros cuadrados. El cuartel sigue actualmente en el centro social de A Mercede, un edificio municipal en el que el Ayuntamiento ha invertido 40.000 euros para su puesta a punto. Se pintó, se mejoró el aislamiento y se instaló calefacción allí donde no la había. El servicio regresará a la calle Valle Inclán entre finales de 2023 y principios de 2024, cuatro años después de su marcha.

Compartir el artículo

stats