El comedor social de Cáritas. | // IÑAKI ABELLA

La gran ola de frío que vive todo el país y que deja temperaturas extremadamente bajas para la zona no ha sorprendido a las entidades que trabajan en Vilagarcía de Arousa con las personas más vulnerables, los sin techo, ya que desde el mes de noviembre tanto Cáritas Interparroquial de Arousa como la Asamblea Comarcal de la Cruz Roja de O Salnés tienen activados protocolos especiales para este tipo de asistencia social.

Tanto el director de Cáritas Interparroquial, Francisco Fernández, como la presidenta de la Cruz Roja, María Jesús Rolán, señalan que no hay incremento de demanda de atención en estos días por la ola de frío.

Además, Cáritas Interparroquial ha detectado una disminución del número de personas sin techo en el último mes, posiblemente porque han cambiado de localidad o porque en la época de las fiestas navideñas encuentran otro punto de acogida. Lo cierto es que de la quincena de personas localizadas durmiendo en la calle hasta el mes de noviembre, en la actualidad no se tiene constancia de ninguna en el municipio de Vilagarcía y su área de influencia.

Uno de los primeros indicios de esta disminución se produce en el número de comensales del comedor social de Cáritas, ubicado frente a la Plaza de la Constitución y junto al albergue de transeúntes que dirige la Cruz Roja.

De la media de cuarenta comensales que acuden diariamente al comedor social, a mediados de 2019 pasaron a recibir unas sesenta personas. La crisis como consecuencia de la reducción de la actividad económica hizo mella en las personas en riesgo de exclusión social que solo pueden acceder a un trabajo precario de la economía sumergida, o se ganan la vida con la venta ambulante.

Pero la llegada del mes de diciembre por la magia de las fiestas navideñas ha cambiado la demanda y el comedor social vuelve a tener una media de entre 40 y 45 usuarios diarios, todos ellos totalmente identificados y atendidos por los servicios sociales de Cáritas Interparroquial.

El albergue de transeúntes de Cruz Roja, que funciona mediante un concierto con el Concello de Vilagarcía de Arousa, ha tenido que reducir el aforo como consecuencia de las restricciones sanitarias impuestas para evitar la propagación de contagios por coronavirus.

Estas instalaciones disponen habitualmente de una plaza de emergencia para dar cobijo a algún demandante de forma urgente. Pero la plaza ya fue cubierta, por lo que cualquier caso que se presente será atendido igualmente, mediante el alojamiento del demandante en un hostal de la ciudad, a cargo de los servicios sociales del Concello, en cumplimiento del concierto suscrito con la Administración municipal.

Por su parte, ambas entidades mantienen sus programas de ayudas para la alimentación y cobertura de los servicios básicos a las familias más vulnerables. En este ámbito se observó un incremento de la demanda debido a que hay muchas actividades paralizadas como consecuencia de la pandemia.