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Una nueva vida para el “San Pedro”

Jóvenes de A Illa, Cambados y Vilagarcía se lanzan a recuperar un galeón construido en 1976 y amplían la flota tradicional del primero de los municipios

Imagen del “San Pedro” amarrado en la zona de O Facho, en cuyos astilleros se está recuperando. | // FDV

Cubierta del “San Pedro”. | // FDV

Tienen entre 25 y 32 años de edad y, además de amistad, comparten aficiones como el fútbol gaélico y, desde hace unos meses, el objetivo de devolver el “San Pedro” al mar. Los seis jóvenes que se han lanzado a la aventura de recuperar este galeón construido en 1976 se formaron en la Escola de navegación tradicional de Dorna, en A Illa de Arousa, un lugar en el que no solo aprendieron a navegar, sino a amar el legado patrimonial que el mar ha dejado en todos los puertos de la ría de Arousa.

Tras participar en numerosos eventos los seis jóvenes (cuatro vecinos de A Illa, uno de Cambados y otro de Vilagarcía), comenzaron a buscar una embarcación de gran porte que pudiesen adquirir para rehabilitar y participar con ella en encuentros de estas características. No fue fácil encontrarla, ya que o no se ajustaban a lo que querían o no se alcanzaba un acuerdo con el propietario. Los jóvenes recorrieron un buen número de puertos como Bueu o Vilanova sin éxito. Todo cambió hace unos meses, cuando un vecino de Cambados les mostró el “San Pedro”, un barco de 13 metros de eslora que había sido construido en 1976 y que había sido destinado a auxiliar de batea. El casco del “San Pedro” se encontraba guardado con la intención de ser recuperado como embarcación tradicional, aunque ese proyecto se abandonó. A los seis les pareció buena idea retomarlo y se conformaron como la Asociación DS que, esta misma semana, ha recibido 10.000 euros para comenzar a ejecutar los trabajos de carpintería exterior, que se encontraba bastante dañada, y que comience a tomar la forma de un galeón.

Valentín Otero es uno de los seis jóvenes que se ha lanzado a este proyecto y reconocía ayer que “no sabemos mucho de la historia del barco, más allá de que fue construido en 1976 para convertirse en auxiliar de batea, pero si nos ha llamó la atención su fasquía, ya que es la de los primeros barcos de madera que se hicieron para navegar con motor”. Otero compara la forma del casco del “San Pedro” con el emblema de Dorna, el “Rei do Mar”, con una popa mucho más adecuada para la navegación a vela, mientras que en el primero ya se nota ese paso hacia la mecanización con una popa redonda conocida como “cu de parrulo”.

El objetivo que se han marcado en la asociación es la de reparar y rehabilitar la embarcación en el plazo de año u medio, lo que les permitiría estar navegando en el verano de 2022. El galeón se encuentra en los astilleros de O Facho, el mismo lugar del que salieron otras de las embarcaciones tradicionales de mayor porte que se han rehabilitado en la ría de Arousa. Una vez rehabilitado “nuestra idea es acudir con él a todos los eventos de embarcaciones tradicionales y dar a conocer la cultura marítima con la que cuenta la costa de Galicia, donde existen un sinfín de embarcaciones de pequeño porte”.

La rehabilitación del “San Pedro” se une a otros proyectos para recuperar galeones que se han impulsado desde A Illa. Quizás el más conocido es el que puso en marcha la Asociación Cultural e Deportiva Dorna con el “Rei do Mar” un galeón de carga que comenzó a navegar la ría de Arousa a mediados del pasado siglo. El Día das Letras Galegas de 2012 fue su botadura oficial y, desde entonces, es utilizado por Dorna para dar a conocer el patrimonio marítimo y formar a nuevos patrones de embarcaciones tradicionales. El galeón es el estandarte del proyecto que se puso en marcha hace veinte años, con la creación de la Escola de Navegación Tradicional al mismo tiempo que se recuperaban varias embarcaciones.

El “Komaira” es otro de los galeones con base en A Illa de Arousa. Otro grupo de jóvenes también dio el paso de adquirir un viejo galeón de 1943 que trasladó marisco por la ría de Arousa antes de acabar convertido en auxiliar de batea hasta que en 2008, este grupo de jóvenes decidió apostar por convertirlo en un referente de la navegación tradicional. Su regreso al agua fue en 2011.

El último de esta lista es el “Adelino e Manuel”, más conocido como “O Presioso”. Al igual que en los casos del “Komaira” y el “San Pedro”, un grupo de amigos se unió para salvar del desguace a esta embarcación que se construyó en el año 1943. También fue usado como barco de carga en la ría de Muros hasta su hundimiento. Reflotado en 1974, ejerció como bateeiro hasta que fue adquirido para convertirse en referente de la navegación tradicional.

La necesidad de una Mariña Tradicional

El “San Pedro” viene a sumar más patrimonio al importante trabajo de recuperación que se está realizando en A Illa. Sin embargo, el esfuerzo que realizan los colectivos no siempre se ve acompañado por las administraciones ya que, cuando se encuentre finalizado, el “San Pedro” deberá buscarse un “muerto” donde amarrar, algo que ya hacen otras embarcaciones como el “Rei do Mar” o el “Komaira”. A ello les obliga la ausencia de una Mariña Tradicional en el puerto de O Xufre, una dársena que cuenta con más de medio centenar de dornas y con un buen número de barcos de mayor porte, como es el caso de los galeones. Esa Mariña Tradicional, que debería acometer Portos de Galicia, serviría para que toda esa flota dispusiese no solo de un lugar de amarre, sino también de un espacio en el que dar a conocer las diferentes tipologías de embarcaciones que existían en la costa gallega. De hecho, la Asociación Cultural Dorna cuenta prácticamente con réplicas de todas esas embarcaciones. La reclamación de una Mariña Tradicional no es algo nuevo en A Illa, que lleva años esperando por unas infraestructuras adecuadas para los barcos tradicionales. Incluso se llegó a barajar una ubicación. Esta sería ocupando el lugar que dejaron las embarcaciones de la tercera lista en o Cantiño tras su traslado al interior de O Xufre. De hecho, Portos se había comprometido a emplear parte de la estructura antigua, aunque finalmente, se acabó retirando todo el pantalán y nunca más se volvió a saber de una infraestructura muy necesaria para proteger a uno de los grandes legados de la cultura marítima gallega, las embarcaciones.

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