En plena temporada de varamientos, a causa de los intensos temporales, Galicia recupera otro lobo marino aparecido en la costa. Se trata de Rube, trasladado ya a las instalaciones del Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa), en A Illa de Arousa, convertidas nuevamente en una especie de “hospital” que permite dar a este tipo de animales los últimos cuidados antes de su regreso a la libertad.

Esta foca gris en concreto, es la misma que fue recuperada el pasado 17 de noviembre tras quedar atrapada en los aparejos de un barco de pesca que faenaba en la ría de Cedeira.

Como es habitual, y de acuerdo con el protocolo de la Red de Varamientos de Galicia, la foca fue inicialmente trasladada a la unidad de cuidados intensivos de lobos marinos de que dispone, en Nigrán, la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma), que es la entidad encargada de gestionar el rescate de estos animales de acuerdo con la Xunta de Galicia.

Fue allí donde se comprobó que Rube es una cría de menos de dos meses que pesaba apenas once kilos, por lo que se convirtió en uno de los lobos marinos más jóvenes de cuantos fueron socorridos en Galicia.

Con heridas en su cuerpo, desnutrido, deshidratado y con una afección respiratoria, este lobo marino parecía condenado a una muerte segura, de no haber sido rescatado y tratado en las dependencias de la Cemma.

Tras su estancia inicial en Nigrán, y dada su positiva evolución, lo cual le permitió ganar peso y reponerse de sus afecciones, se decidió que había llegado el momento de su traslado al Igafa, para desplegar en una de las piscinas exteriores de agua salada existentes en el centro la segunda y definitiva fase de recuperación.

Como en procesos similares desplegados con anterioridad, la Cemma se ocupará de la manutención y atención sanitaria de Rube, contando para ello con la participación voluntaria de alumnos y personal docente del centro dependiente de la Consellería do Mar asentado en el lugar de Niño do Corvo.

De este modo, la presencia del lobo marino en A Illa servirá para formar a los estudiantes del Igafa “en aspectos relacionados con el cuidado de los mamíferos marinos”, reiteran en la Xunta, sabedores de que esta colaboración se convierte en una interesante actividad didáctica para incidir en la concienciación medioambiental y aportar a los jóvenes conocimientos válidos en la recuperación de especies marinas.

Cabe recordar que la Red de Varamientos de Galicia, impulsada por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, funciona desde el año 2003.

Desde entonces, la implicación de la Cemma en esta iniciativa salvó la vida a numerosas focas, tortugas y otros animales que fueron localizados en apuros en toda la costa gallega, utilizándose para su atención diversas instalaciones de la comunidad, incluido el acuario de O Grove, en Punta Moreiras.

Pero desde hace ya mucho tiempo, el “hospital” más utilizado es el Igafa, que ya ha participado en la recuperación de una decena de lobos marinos, concretamente en los años 2013, 2014, 2016, 2017, 2018 y 2019, además de en el presente ejercicio.

De hecho, el último ejemplar recuperado en el Igafa antes de la llegada de Rube fue Silbur, un ejemplar de “lobo mariño cincento” que llegó a las instalaciones de A Illa el pasado 7 de febrero y que, tras completar su recuperación, fue embarcado semanas después para ser trasladado a aguas de Gran Sol y recuperar así su libertad, como se hará muy pronto con el nuevo inquilino de la piscina del Igafa.