A punto de cerrarse el año, cuando se hace balance de la actividad en los puertos y se reparten cuotas de captura a nivel nacional e internacional pensando en ejercicios venideros, Galicia vuelve a hacer gala de sus envidiables credenciales como una de las potencias indiscutibles de España en cuanto a pesca, marisqueo y acuicultura.
Y no solo saca pecho por los resultados económicos obtenidos en sus lonjas o muelles, incluso en plena pandemia, sino también por el potencial que atesora su flota, con nada menos que 5.589 embarcaciones.
Es cierto que son 138 menos que hace un lustro y 61 menos de las que había en enero del pasado ejercicio.
Menos de lo que se temía
Pero también lo es que se trata de bajón que, quizás, resulta menos inquietante de lo que cabría temer no hace mucho tiempo, sobre todo si se tienen en cuenta los devastadores efectos de la crisis económica vivida desde hace años, agravada en el presente ejercicio por la igual de preocupante crisis del COVID.
De ahí que pueda considerarse un buen dato conservar en Galicia 5.589 embarcaciones, 4.318 de ellas dedicadas a acciones propias de la pesca y el marisqueo, mientras que las restantes son naves auxiliares de acuicultura, es decir, las empleadas por los bateeiros y parquistas.
Caladero nacional
Del total de embarcaciones incluidas en el Registro de Buques Pesqueros de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar, 4.147 prestan sus servicios en el caladero nacional, centrándose 3.844 de ellas en lo que se conoce como artes menores.
Asimismo, el caladero nacional acoge 53 naves de arrastre, 152 de cerco, 21 de palangre de fondo, 52 de palangre de superficie, 22 autorizadas para el uso de volantas y tres para rascos.
Altura y gran altura
Junto a tales embarcaciones se incluyen las de gran altura (pesquería internacional) y altura (pesquería comunitaria), con 99 y 72 embarcaciones, respectivamente.
En el primer caso, con dos buques menos que en enero de 2019, hay que hablar de 390 autorizados para el arrastre, uno de cerco y 68 de palangre de superficie.
En cuanto a la pesquería en aguas comunitarias, también con dos embarcaciones menos que a principios del pasado ejercicio, son 49 de palangre de fondo y 23 de arrastre.
Las Rías Baixas dan cobijo al 80% de las naves, con Arousa al frente
Según el Registro de Buques Pesqueros de Galicia, actualizado a fecha de ayer, aproximadamente el 80% de las 5.589 naves censadas tienen su puerto base en las Rías Baixas.
Lógicamente, la importancia de la actividad marisquera y bateeira se hace notar de manera muy especial en el recuento de naves, de ahí que la ría de Arousa, con más de 2.000 bateas de cultivo de mejillón y miles de mariscadores de a pie y a flote, sea la que más barcos reúne en toda la comunidad autónoma.
En concreto, en los puertos arousanos de O Salnés y Barbanza amarran 2.581 naves, completándose el censo de las Rías Baixas con las 780 naves registradas en la ría de Vigo, 41 en la de Pontevedra y 667 en Muros–Noia.
Respecto a las demás zonas productoras de Galicia, puede decirse que Fisterra dispone de 125 barcos, en Cota da Morte están censados 283 y en A Coruña–Ferrol aparecen 449. Completan la relación Cedeira y A Mariña con 118 y 179 barcos, respectivamente.
A Illa, Cambados y O Grove, entre los puertos más concurridos
Entre los puertos más concurridos de Galicia, o lo que es lo mismo, entre aquellos que albergan un mayor número de embarcaciones, se encuentran los de A Illa de Arousa y Noia, con 561 y 470 naves registradas, respectivamente.
Junto a estos, que mantienen el mismo número de naves que hace un año, están puertos como Rianxo (314), Vigo (128), Vilanova (174), Moaña (159), Muros (95) y Vilaxoán (61).
Pero también O Grove, que baja de 308 a 299 embarcaciones y Carril, que de las 107 que tenía a principios de 2019 pasó a disponer de 115 en la actualidad.
Pueden citarse, asimismo, puertos como Combarro (80), Carreira–Aguiño (105), Cangas, que baja de 164 a 159 barcos en el período aludido, Cambados, que pasa de 271 a 266, y Cabo de Cruz (Boiro), que se sitúa con 223 tras perder tres naves.
Hay otros importantes, como Bueu, que pasa de 164 a 156, A Coruña (91) y otros que mantienen el censo o incluso lo mejoran ligeramente, como Arcade (62), A Pobra (161) y A Guarda (71).
Un mar de aparejos para todo tipo de especies
Disponer en Galicia de 4.318 embarcaciones autorizadas para la pesca y el marisqueo da lugar al empleo de todo tipo de artes o aparejos, tanto dentro como fuera de las rías.
Puede decirse, por ejemplo, que 2.514 embarcaciones tienen autorización para marisqueo a flote, mientras que 913 están autorizadas para el uso de “miños”, las populares redes que se usan, sobre todo, para la captura de centollo.
Son casi los mismos que tienen permiso para el empleo de trasmallos (996), a los que se suman 492 con licencia para la recolección de percebe y 182, para el erizo de mar.
Al analizar el papel que desempeña la flota de bajura también puede destacarse que 234 de los barcos tienen permiso para la captura de navaja y longueirón, al igual que hay un centenar capacitados para arrastre de fondo.
No faltan 69 embarcaciones para la recogida de algas, 1.212 que pueden ser despachados para el manejo de nasa de pulpo y 2.380 que pueden largar las nasas de nécora y camarón.
