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Las múltiples formas de expresar la Navidad

Avionetas, belenes, jardines efímeros, aldeas y árboles pueblan los distintos rincones de toda la comarca

La Aldea de Nadal superó las mejores expectativas en su primer año. | // I. ABELLA

Los jardines efímeros, hasta trece diferentes, en Vilagarcía. | // I. ABELLA

Vilanova ha puesto un avión para dejar volar la imaginación. | // I. ABELLA

Pontecesures y su belén popular en la zona de Porto. | // I. ABELLA

Quizá por la influencia del éxito de las luces de Vigo o incluso debido a las estrecheces de un 2020 que todos desean que termine, pero lo cierto es que en las comarcas de O Salnés y Ullán el énfasis en hacer notar las fechas navideñas se ha hecho evidente.

Varios y muy elaborados son los reclamos para la visita de grandes y pequeños. Todos y cada uno de los Ayuntamientos han querido ir un paso más allá en su ornamentación con la intención de llenar todos sus rincones de un motivo con el que recordar, de paso, que el fin del pésimo 2020 ya es solo cuestión de días.

Vilagarcía es uno de los claros ejemplos en los que se cimienta la teoría de las ganas de Navidad. El gobierno local ha fortalecido su apuesta por una decoración que ha encontrado en los jardines efímeros uno de sus principales valores. Una idea que se implementó hace ahora un año y que ha subido hasta la creación de trece rincones en los que una simple mirada produce una sensación agradable y los smartphones exhiben todo su potencial. Todo ello sin necesidad de luz artificial puesto que es un atrezzo que gana mucha más potencia de color a pleno día.

El Mercado de Nadal o las proyecciones de mensajes ad hoc sobre el suelo de la calle Rey Daviña o incluso con la fachada del Auditorio a modo de pantalla, también suman sinergias en aquellas horas en las que se hace la noche. Mención aparte merece el árbol de Navidad más alto de toda la comarca y que convierte a la Praza de Galicia en el lugar más iluminado de toda la ciudad.

También en Cambados han recogido el guante en lo que a lucir músculo navideño se refiere. La Aldea de Nadal, instalada en la Praza de Fefiñáns, se ha convertido en el acierto de estas fechas. Su cuidada estética, unida a la música que envuelve todavía más la sensación que se persigue, hace del paseo por la zona toda una retahíla de lugares en los que la vista siempre encuentra un punto en el que fijarse.

Desde fuentes a pequeñas casas, cáscadas, césped y luces que resaltan cada detalle, hacen de la visita a la Aldea de Nadal un paso obligado para todos los cambadeses que incluso cuentan con una réplica de la Torre de San Sadurniño. Pero no se queda ahí, la ornamentación de una localidad que también ha encontrado el propósito perseguido en techos luminosos o un espectacular trineo y un inmenso regalo que luce en la Praza do Concello.

En Vilanova, el Xardín Umbrío evoca un bosque encantado de Navidad. Pequeñas casas, alguna de ellas encima de un árbol, luces y, sobre todo, una avioneta que este año toma el relevo del tren y del autobús de años anteriores. Pero el más rápido a la hora de inaugurar su decoración fue Meaño con unas estructuras a modo de corazón de lo más característico.

Una decoración de lo más popular es la que reina en la zona de Porto en Pontecesures con la aportación de los vecinos para la creación de un belén a base de vimbios y productos de campo, sin pasar por alto el tradicional Belén de Valga como clásico que nunca falla.

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