Ni la pandemia de coronavirus ni tampoco la lluvia han podido con la carrera solidaria que el Centro de Educación Especial de Vilagarcía organiza cada año por estas fechas. “Ya es una tradición”, valora la directora del CEE, Alba Paredes, quien deja claro que se pueden seguir realizando actividades en el centro respetando los protocolos anti-COVID.
A diferencia de las dos ediciones anteriores, en esta ocasión lo alumnos no pudieron salir a correr todos a la vez, y lo hicieron por grupos de convivencia. En función de las capacidades de cada uno, algunos dieron cinco vueltas al recinto escolar y otros menos. De lo que se trataba era de correr por una buena causa, por lo que todos consiguieron su dorsal a cambio de donar algún producto de higiene (pañales, desodorantes, geles, champús, etcétera.) para los usuarios de la Fundación Amigos de Galicia (en años anteriores se proporcionaban alimentos).
En total, participaron en la San Silvestre 40 alumnos, además del personal docente y no docente de este centro educativo situado en Marxión.
La directora agradece la colaboración de la Fundación Municipal de Deportes, que les prestó un arco hinchable para señalizar la salida y la meta.
Hoy finaliza el primer trimestre del curso y en el CEE festejarán su tradicional Fin de Año por anticipado con la toma de las uvas. Con motivo de la pandemia, cada grupo las verá grabadas en su clase a la hora de la merienda. No faltarán el cotillón ni la fiesta.
