La juez de la Audiencia Nacional María Tardón, ha procesado al cambadés José Ramón Prado Bugallo, “Sito Miñanco”, por intentar introducir presuntamente en España casi cuatro toneladas de cocaína. También le procesa por un presunto delito de blanqueo, por el que también propone juzgar a Gonzalo Boye, abogado del expresidente de Cataluña Carles Puigdemont, que sigue huido de España.

En esta causa, donde han sido procesadas otras 44 personas y 5 sociedades mercantiles, se ha investigado un supuesto entramado criminal liderado por el histórico narcotraficante gallego, que fue detenido en febrero de 2018 cuando disfrutaba de un régimen de semilibertad. Aquella operación, denominada “Mito”, fue vista como la constatación de que algunos grandes narcos gallegos seguían activos pese a las condenas sufridas.

Entre los procesados ahora se encuentra el abogado Gonzalo Boye, a quien, junto a otros dos letrados, la magistrada María Tardón atribuye un presunto delito de blanqueo en el seno de una organización criminal, procedente del narcotráfico, y otro continuado de falsificación en documento oficial.

La resolución impone distintas fianzas para cubrir las eventuales responsabilidades económicas que pudieran derivarse de los hechos, y que ascienden a 131,5 millones de euros en el caso de “Sito Miñanco” y otros 25 procesados por delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño para la salud.

Por dos delitos de homicidio en grado de tentativa se procesa a Manuel Pedro González, tirador profesional, junto con otro de atentado a agentes de la autoridad y lesiones dado que cuando iba a ser detenido, el 5 de febrero de 2018, disparó presuntamente nueve veces contra los agentes de la Guardia Civil, hiriendo a dos de ellos y, según el auto de la magistrada, “únicamente cesó en su acción cuando se acabó la munición del arma con la que disparaba”.

Empezó en 2016

La investigación se remonta a 2016, cuando Sito Miñanco cumplía una condena de 16 años de prisión en Algeciras por un delito contra la salud pública y disfrutaba del tercer grado, lo que le permitía salir de prisión para trabajar en un aparcamiento de esa ciudad. Ahora puede cumplir otros 20 años más.

Su actividad seguía siendo, según la jueza, la introducción y distribución de droga en el país y mantenía tanto el contacto con suministradores de Suramérica como la infraestructura, “un bien nutrido grupo de individuos”, con experiencia y dispuestos a participar en estas operaciones, “ejecutando de forma casi reverencial cualquier actividad”, señala en el auto.

Prado Bugallo era, de acuerdo con la tesis de la magistrada, quien dirigía el entramado criminal, con gente de su máxima confianza como Enrique García Arango y Juan Antonio Fernández, también condenados por narcotráfico.

A raíz de esta investigación, se han identificado dos operaciones con las que pretendían introducir enormes cantidades de cocaína en España: las correspondientes a la intervención del buque “Thoran”, abordado en 2017 cuando transportaba 3,3 toneladas de cocaína y la aprehensión, en noviembre de ese mismo año, de un contenedor de cocaína en Países Bajos que ocultaba 615 kilos de la misma sustancia.

Pero aparte de estas, según la jueza, Prado Bugallo mantuvo la planificación y ejecución constante de otras operaciones de introducción, distribución y venta de droga hasta que fue detenido.

En su auto, la magistrada explica la estructura societaria atribuida a Sito Miñanco, con propiedades a nombre de terceros donde “el único titular real y efectivo” era él.

Según la investigación judicial, además de sus mercantiles, la organización utilizaba empresas de terceros que le prestaban sus servicios, aunque también había una tercera vía para ocultar los beneficios de la droga: a través de los transportes realizados por los propios miembros del clan o por otros coordinados por uno de los procesados para ocultar las ganancias en Colombia mediante “correos” humanos.

La participación de los abogados procesados en los hechos –Gonzalo Boye, Jesús Morán y Alejandro Guerra– se centraría en el presunto blanqueo del dinero, según el auto, que se remite a una de las operaciones realizadas por los correos que “Sito Miñanco” utilizaba para enviar el dinero a Colombia y que fue interceptada por la Policía. En este sentido, el 6 de febrero de 2017 varios de los investigados fueron detenidos en el aeropuerto de Barajas cuando transportaban oculto en el fondo de su equipaje 889.620 euros.

En la estrategia para acceder al dinero incautado, los abogados, según la jueza, confeccionaron una serie de documentos para simular unas operaciones de compraventa ficticias.