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Los bateeiros exigen a Costas y Portos que retiren el barco hundido en O Xufre

El “Tina Hosted” se hundió el pasado día 6 en O Xufre. | // N. PARGA

Doce días después de su hundimiento por falta de mantenimiento, el “Tina Hosted” se ha convertido en un severo problema para la navegación en la dársena de O Xufre, un riesgo que todavía sigue sin quedar claro qué administración debe resolverlo. La Cofradía de A Illa fue la primera en advertir del problema, pero ahora se unen a ella agrupaciones bateeiras que utilizan la dársena isleña para descargar mejillón.

No en vano, las descargas en la dársena isleña se han incrementado en los últimos días, con la vorágine del mercado navideño, algo que, para los bateeiros “incrementa el riesgo de colisión con el ‘Tina Hosted’, ya que muchos no pertenecen a este muelle y desconocen la presencia del mismo”. Es por ello que instan a Portos de Galicia y a Costas, entidades que se encuentran pendientes de la delimitación del lugar en el que se encuentra el pecio hundido (aunque todo apunta a que la zona pertenece a Costas) a que lo retiren “cuanto antes, porque todos estamos viendo que, un día de estos, va a registrarse un accidente por causa de los palos de esa embarcación, y después todas las administraciones tratarán de mirar hacia otro lado; es necesario que se pongan de acuerdo ambas administraciones y lo retiren cuanto antes, porque lo que está claro es que eso no puede quedarse ahí”.

Una de las quejas más repetidas entre los bateeiros es que “ni siquiera se ha señalizado la zona para evitar un accidente nocturno”, ya que la única señalización que se encuentra en ese lugar es un par de boyas que ha tenido que instalar la Cofradía de A Illa.

El “Tina Hosted” se fue a pique en la madrugada del pasado día 6 después de llevar amenazando varias semanas con ello. La embarcación, un antiguo pesquero danés reconvertido en velero llevaba anclada en las inmediaciones de la dársena de O Xufre desde hace más de tres años y había pasado por varias manos hasta caer en las de un ciudadano brasileño que, al parecer, está residiendo en Suiza. Durante esos tres años, el barco apenas se había sometido a ningún tipo de mantenimiento, lo que aceleró su degradación, al tratarse de una embarcación elaborada en madera. Las vías de agua que fueron surgiendo y las intensas lluvias de los días anteriores a su hundimiento, provocaron que esta joya del patrimonio marítimo se acabase hundiendo allí donde se encontraba, amarrado a un “muerto” en las inmediaciones del muelle de O Xufre.

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