En plazas de abastos como la de Vilagarcía de Arousa, donde ayer se celebró el tradicional mercadillo de los sábados, se aprecia que, arrastrado por el tirón de las fiestas navideñas, el precio de pescados y mariscos sigue al alza, como ya se había detectado hace días.
Al igual que aumenta la demanda de productos susceptibles de ser cocinados y congelados ahora –cuando aún no se encarecieron del todo– para ser consumidos más adelante.
Del mismo modo, siguen intensificándose los pedidos de producto fresco que llegan desde diferentes puntos de la comunidad autónoma y de España.
Todo esto quiere decir que la Navidad está a la vuelta de la esquina, este año con el handicap de alcanzarse una fecha tan señalada en plena pandemia, lo cual puede dar al traste con las expectativas de pescadores, mariscadores y, por supuesto, comercializadores.
"Está subiendo demasiado en las lonjas”
Eso es lo que temen los vendedores, que ayer proclamaban: “Hay abundancia y variedad de producto fresco de calidad; lo que no hay son clientes”.
Sabedores de que “el precio está subiendo demasiado en las lonjas”, la preocupación de los vendedores de plazas y pescaderías llega a tales extremos que algunos optan por dejar de comprar ciertos productos que han disparado ya su cotización en lonja “porque después no podemos venderlos a nuestros clientes de siempre”.
Uno de los que trabajan en el mercado municipal de abastos vilagarciano ponía como ejemplo ayer lo que sucede con una especie tan cotizada en estas fechas como el camarón, “pues ya se vende en la lonja a 120 euros”.
En su puesto “un camarón como el que en noviembre vendía a 30 euros el kilo, ahora ya no puedo despacharlo por menos de 50”, reflexionaba.
Las lonjas
Pueden citarse como ejemplo de todo esto las cotizaciones manejadas el viernes en lonjas como la de A Illa de Arousa, con la almeja babosa a un máximo de 30,10 euros, la fina situándose por encima de los 58 y el camarón, a 119 euros el kilo.
Aunque esta última especie fue más cara en la de Vilanova, a 126,3 euros, vendiéndose la nécora en este puerto a 48,10.
En O Grove, por su parte, el camarón se despachó el viernes con un tope de 90 euros, el centollo, a un máximo de 26, el bogavante rozó los 36, la nécora se pagó a 48 y la almeja fina superó los 68 euros por kilo.
Por encima de los casi 47 a los que se pagó en Carril, donde la babosa llegó a 28 y la japónica se acercó a los 14 euros por kilo.