Cuando peor estaban las cosas, debido a la escasez de mejillón comercial y a lo prolongado del episodio tóxico iniciado a finales de agosto y principios de septiembre –lo cual hace peligrar las campañas de Navidad y de Italia–, el sector bateeiro, los depuradores y sus clientes, reciben con alivio los resultados de los últimos análisis efectuados en el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar).
En los mismos se aprecia una reducción de los niveles de biotoxinas que, por ejemplo, propició el jueves la reapertura de los polígonos arousanos Ribeira C, Cambados B, Cambados C Norte , Cambados C Sur y Grove A, además de autorizarse la extracción en los Cangas E, Redondela D y Redondela E, en la ría de Vigo.
Asimismo, ayer se conocían los primeros negativos para los Grove C 3, Cangas A y Cangas D, por lo que pronto podrían reabrirse también.
El segundo de ellos se sitúa en la ría de Pontevedra, donde sus ocho polígonos están cerrados, algunos desde agosto. Así pues, ese primer negativo es una buena noticia para el sector.
Como lo es el hecho de que el Intecmar autorizara ayer la utilización de mejillón reparcado –el que se cambia de bateas para favorecer su limpieza natural– en tres zonas de la propia ría pontevedresa.
23 cerrados y 27 abiertos
Con estos movimientos, y a la espera de que se produzcan nuevas aperturas hoy mismo, puede decirse que a media tarde de ayer había en toda Galicia 23 polígonos bateeiros cerrados a causa de las toxinas lipofílicas: cuatro en Arousa, el de Baiona, los cuatro de Muros–Noia, los ocho de Pontevedra y seis en la ría de Vigo.
Esto supone que había 27 autorizados, como eran los dos de Ares-Betanzos, cinco de la ría de Vigo y veinte en la de Arousa.
