La llegada en la tarde del viernes de Alberto Núñez Feijóo a la Autoridad Portuaria de Vilagarcía se convirtió en lugar de concentración de cerca de medio centenar de hosteleros. Allí, y durante más de una hora, hicieron sonar sus cacerolas, así como diferentes útiles de trabajo, para hacer evidente su malestar con una situación que entienden como “ilógica e irracional”.