El que está a punto de terminar será un año de descalabro para muchos sectores económicos. En el caso de las bodegas de Rías Baixas, las más dependientes de la hostelería y del mercado doméstico lo están pasando mal, mientras que aquellas con mayor flexibilidad comercial han logrado salvar los muebles. Y a pesar de no alcanzar las cifras de ventas de 2019 ni las que previeron para 2020 antes de la irrupción del coronavirus, se dan más que por satisfechos.
El presidente de Terra de Asorei Xosé Ramón Durán, afirma que, “terminaremos el año con una caída de ventas de en torno al 10 por ciento”, pero que a cambio están contentos porque han logrado abrirse camino en el exterior y sus productos están teniendo buena salida en los supermercados y tiendas gourmet. “El 75 por ciento del vino que hemos vendido este año ha ido para fuera de España, cuando antes exportábamos entre el 40 y el 50 por ciento”.
En el caso del mercado nacional, sí perdieron en torno a un 55 por ciento de facturación en Galicia, y entre un 45 y un 50% en la costa mediterránea. A pesar de todo, Durán es optimista. “Octubre y noviembre fueron meses positivos, y diciembre por ahora también lo está siendo”.
Paula Fandiño, enóloga de Mar de Frades señala a su vez que, “no hemos sufrido una caída drástica de ventas”, y también es moderadamente optimista para la campaña de Navidad. Eso sí, hubo que reajustar la estrategia de la compañía, viendo que este año las grandes celebraciones no serían posibles. “Confiamos en el mercado de exportaciones para completar las ventas de estas Navidades. Y también estamos incrementando las ventas en el canal de alimentación. Estas Navidades va a haber más consumo en casa”.
Rafael Garnelo, director comercial para España de la cooperativa Paco & Lola, sostiene a su vez que, “siendo el año que es, tenemos buenas perspectivas para este mes de diciembre”. La reapertura paulatina de la hostelería, y el incremento de ventas en los lineales de alimentación sustentan este optimismo.
“Estimamos que tendremos un crecimiento del 30 por ciento en las tiendas de alimentación, y una caída del 20 por ciento en las ventas para hostelería”. “El consumo se ha trasladado a casa. La gente no ha salido tanto a comer fuera, pero le sigue gustando tomar un vino a la comida en fines de semana o días especiales”, añade el directivo de Paco & Lola.
Pero Garnelo matiza inmediatamente que en números totales las ventas caerán con respecto a 2019, puesto que la alimentación no cubre enteramente las pérdidas derivadas de la crisis de la hostelería, puesto que en un ejercicio normal esta genera el 60% de la facturación de la bodega, por lo que en cifras redondas todavía mueve mucho más dinero que las compras en los supermercados.
Dentro de España, el directivo de Paco & Lola explica que el consumo se ha desplomado en el Levante, Baleares y Canarias debido a la falta de turismo extranjero, mientras que en cambio subió mucho en Galicia y la cornisa Cantábrica, “porque el norte se percibía como un destino turístico seguro”.
Ventas por internet
Xosé Ramón Durán llama asimismo la atención sobre una tendencia que se acentuó tras el confinamiento y que las bodegas no deben descuidar: el aumento de las ventas por internet. “La compra de vino en línea se ha disparado este año. Es un fenómeno que ha venido para quedarse, porque además vemos que los que compran una vez, repiten”, asevera el bodeguero cambadés. “A lo largo de este año hemos tenido grandes picos de ventas por internet”, añade.
Las plataformas especializadas en venta de vino por internet indicaron en primavera que entre marzo y abril atendieron tantos pedidos como en las campañas del Black Friday o la Navidad.
Los espumosos, más allá de las celebraciones multitudinarias
La producción de vinos espumosos crece año tras año en O Salnés. En la denominación de origen Rías Baixas hay 16 bodegas que están elaborando caldos con el método “champanoise”, y los comercializan en 24 marcas. En 2019, el Consello Regulador certificó 90.000 litros de esta preparación. Terra de Asorei es una de las empresas que elabora un “brut”, y Xosé Ramón Durán revela que este año prevén vender algo más que en 2019 pese a que apenas habrá cenas de empresa y a que peligran las fiestas familiares multitudinarias. “Nuestro brut va más allá del concepto de fiesta multitudinaria. Es un vino para tomar en una cena elegante, en un día especial o para gente que tenga curiosidad por descubrir nuevas propiedades de la uva albariña”. Paula Fandiño explica que en el caso de Mar de Frades cuentan con una disminución del consumo en la restauración, de ahí que en los últimos meses hayan hecho un esfuerzo comercial para estar en aquellas tiendas de alimentación en las que hasta ahora no tenían presencia.
Éxito de Rías Baixas en los International Wine Challenge
Los vinos de la denominación de origen Rías Baixas han obtenido cerca de medio centenar de premios en el International Wine Challenge, uno de los concursos más prestigiosos del sector. De los 48 galardones, un monovarietal de albariño fue seleccionado por el jurado como el mejor vino blanco de España, y fue incluido entre los 30 mejores caldos del mundo. Fue el Granbazán Limousine 2017, de la bodega Agro de Bazán, de Vilanova.
Además, cuatro vinos obtuvieron medallas de oro (entre 95 y 100 puntos), 15 la de plata (entre 90 y 94), y otros nueve Rías Baixas recibieron Menciones de Recomendación. En el certamen, participaron vinos de más de medio centenar de países.
