Un corte de agua dejó ayer sin suministro a los barrios de Altamira, Viliquín y Dadín, susceptible de afectar potencialmente a un centenar de viviendas. Una fuga en una boca de riego a la PO-550 en la rúa de Ponte Dena, que incluso amenazaba con inundar el sótano de un edificio colindante, hizo necesario proceder al corte de suministro a primera hora de la mañana, para poder reparar la avería.

La suspensión del servicio de agua se mantuvo durante nueve horas, al vaciarse las tuberías y no poder ser restablecido el suministro en Viliquín y Dadín hasta las 17,30 horas Malestar por los afectados al no tener notificación o conocimiento alguno por parte del concello, que no se hizo eco del corte durante toda la jornada.