Cambados clausuró ayer sus dos Obradoiros de Emprego, aunque retomará en breve la actividad, puesto que la Xunta ha confirmado que la villa del Albariño dispondrá de otros dos talleres de formación. Mientras tanto en Vilanova, continúa la experiencia formativa, con la remodelación del jardín del pazo de Vista Real.
En Cambados, la clausura del taller se celebró en la praza de Fefiñáns, junto a la Aldea dos Nenos, que construyeron los 20 alumnos de los módulos de jardinería y carpintería que se cerraron ayer. Asistió la delegada de la Xunta en Pontevedra, Luisa Piñeiro, y anunció que Cambados contará en breve con dos talleres más.
Uno de ellos será el convencional, para desempleados de todas las edades, y dedicado a los módulos de jardinería y forestal; y el segundo será exclusivo para menores de 30 años, y en el que se dará formación en materias como dinamización de actividades de tiempo libre y culturales, así como limpieza de espacios abiertos, instalaciones industriales y gestión de residuos.
El periodo de formación completo será de nueve meses, habrá 40 alumnos y la Xunta invertirá 776.000 euros. Desde Cambados se destaca la buena puntuación de los proyectos presentados por la localidad, de ahí que le aprueben dos obradoiros, así como la buena inserción laboral de los talleres anteriores. Una inserción que es del 70 por ciento en un plazo de dos años, según el concejal Xurxo Charlín.
Luisa Piñeiro señaló que en el conjunto de O Salnés se financiarán 10 escuelas, por un importe de 3,8 millones de euros.
Mientras, en Vilanova, el Obradoiro de Emprego está realizando una importante transformación en los jardines del pazo de Vista Real. De esa actividad se están encargando los alumnos del módulo de jardinería. Los alumnos empezaron con la preparación del terreno, para después abonar, colocar malla antihierba y seguir con la plantación de especies vegetales y están experimentando la instalación de un sistema de riego.
Debajo del magnolio plantaron una especie que gusta desarrollarse en ese hábitat, el Ophiopogon Japonicum. Además, también han estado haciendo labores de poda en los cipreses Leyland que conducen hasta el palomar que, en el futuro, se pretende convertir en un pequeño castillo.
Por el tamaño del seto, que aún no alcanza la altura prevista, los alumnos han estado perfilando verticalmente el camino de un pequeño laberinto, una actuación que permite ya desplazarse a través del mismo.
