Sin catequesis a causa de la pandemia y con la Navidad a las puertas, las dudas sobre si se celebraría el tradicional belén en la iglesia parroquial de San Xulián de A Illa era una de las cuestiones que asaltaba a los vecinos en estos últimos días, especialmente, a los más pequeños, que son los que viven con mayor ilusión e intensidad esta etapa del año. Esas dudas llevaron al párroco, David Álvarez, a buscar una alternativa que permitiese a los niños seguir disfrutando de la época del año más mágica sin desengancharse de la actividad religiosa, sobre todo, aquellos que están preparando la Primera Comunión.
La propuesta que ha puesto en marcha pasa por que sean los pequeños los que elaboren las figuras navideñas del Belén, desde el Niño Jesús hasta el borriquito, pasando por San José y María junto al portal. Sin embargo, en sus consejos, el párroco emplaza a realizar una figura muy especial a los pequeños, la de sí mismos. Esta última figura se incorporará al Belén que se hará en la iglesia parroquial y que presidirá el templo durante toda la Navidad.
“El objetivo es que los pequeños, al no poder realizar las actividades religiosas de manera normal, se vean representados en algo tan especial como es el Belén y fomentar la ilusión en unas fechas tan señaladas” que no van a poder celebrarse de la forma esperada por todos, explica el propio Álvarez.
El párroco entiende que va a ser un “Belén muy original, en el que los pequeños serán artífices y protagonistas a la vez en un año extraño y que está siendo duro para todos, especialmente, para los más jóvenes”. El resto de las figuras del Portal de Belén que elaboren, se quedarán en casa, donde podrán añadirles todos los detalles que deseen.
Como el conjunto artístico debe montarse en las próximas semanas, los pequeños deberán entregar su figura antes del próximo día 14 para que el día 28 de diciembre se pueda celebrar un Encuentro en la iglesia que “llamaremos un encuentro de paz y tranquilidad, porque en el Belén la pandemia de ninguna manera podrá entrar”.
Álvarez, además de A Illa, también es párroco en San Miguel de Deiro y András, dos parroquias vilanovesas en las que, por el momento, no se plantea hacer algo semejante debido a que el número de niños es muy inferior al de San Xulián.
El sacerdote de A Illa, a donde llegó hace aproximadamente dos años, se ha distinguido durante la pandemia por buscar diferentes fórmulas que permitieran a sus feligreses celebrar algunas de las fiestas más importantes del catolicismo, como la Semana Santa, cuando animó a los fieles a iluminar la noche del Sábado Santo con velas desde la puerta de sus casas mientras se celebraba la misa más solemne del año, la que conmemora la resurrección de Jesús.
