El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en la empresa Carsa, con sede en Bamio (Vilagarcía), comenzó ayer a aplicarse y permanecerá en vigor durante dos años, concretamente hasta el 31 de diciembre de 2022. El expediente afecta a un total de 149 trabajadores, es decir, al 100% de la plantilla actual, ya que quince empleados fueron despedidos.

El preacuerdo alcanzado entre la carrocera y los delegados de CIG en el comité de empresa fue ratificado hace diez días por los trabajadores con una abrumadora mayoría: 135 votos a favor, uno en contra y dos en blanco. Ello se traduce en el 90% de apoyos.

El proceso de negociación en el conflicto laboral finiquitó la unión sindical en Carsa. Los delegados de Comisiones Obreras en el comité rechazaron el preacuerdo entre sus homólogos en CIG y la empresa. Incluso los propios delegados de la central nacionalista actuaron al margen de la dirección del sindicato, de sus asesores, para los que evitar los quince despidos era una línea roja para sentarse a negociar.

No es la primera vez que Carsa entra en ERTE. En esta ocasión, la empresa alegó ante sus empleados una drástica reducción de la carga de trabajo para llevar a cabo los despidos, así como el expediente de empleo para todos los demás, que estarán en ERTE un máximo de 180 días al año.