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Un club que rema contra el olvido

El Depornautic, entidad de piragüismo de Vilagarcía, sigue esperando a que se plasme el acuerdo entre Concello y Puerto para poder contar con unas instalaciones dignas

El presidente David Baños y Jorge Leal, uno de los técnicos, delante de la nave que esperan ocupar. | // I.A.

La zona donde se guarda el material sufre de goteras por el mal estado del techo. | // I. ABELLA

Corría la década de los años 70 cuando llegó, para quedarse, la práctica del piragüismo a Vilagarcía. Desde entonces, y con el extinto Liceo Marítimo como grímpola, este deporte fue creciendo paulatinamente con dedicación, trabajo y la ilusión necesaria para poder desarrollar el talento. Desde entonces ya ha pasado cerca de medio siglo y ahora es el Depornautic el club que lleva la bandera de esta práctica deportiva. Un mérito que es aún mayor conociendo las dificultades que tienen que enfrentar cada día para poder llevar a cabo el derecho a practicar el deporte que más le apasiona.

En esas están los cerca de 40 deportistas que cuentan con licencia federativa de la entidad y van representando a Vilagarcía por todas las competiciones autonómicas y nacionales a las que pueden acudir. A ellos se le unen una destacada representación de mayores que siguen encontrando placer y diversión en la pala y la piragua sin más afán que el ser feliz evocando su juventud.

Sin embargo, el estado de las instalaciones que tiene a su disposición en el puerto deportivo de Vilagarcía no son dignas para nadie. Desde unos vestuarios que no invitan a la salubridad, pasando por un hangar en el que las goteras están a la orden del día, por no hablar de las condiciones en las que se mantiene el patrimonio náutico de la entidad.

Por si fuera poco, el Depornautic pasa por ser el único club de Vilagarcía que se ve obligado a pagar por el uso de las instalaciones al encontrarse en terreno portuario. Cerca de 500 euros al mes es lo que le cuesta tener un techo, en mal estado, donde cambiarse y guardar su material. David Baños, presidente de la entidad, subraya además que “llegamos a pagar más de mil euros al mes, pero nos vimos obligados a reducir los metros que teníamos para que fuese posible tener un lugar en el que poder meternos”.

El sueño del Depornautic sigue siendo poder trasladarse algún día a una nave sobre la que se había proyectado hace años construir un edificio para deportes náuticos. Todo dependía de un acuerdo entre la Autoridad Portuaria y el Concello que sigue sin producirse, por lo menos el club no tiene constancia alguna del mismo y sigue cargando con sus mensualidades en detrimento de unas mejores instalaciones.

Una situación que pone a prueba la paciencia de una entidad que sabe que su viabilidad y crecimiento depende en gran medida de ese entente entre las dos administraciones. Lamenta además David Baños que “no tenemos ningún tipo de comunicación por ninguna de las dos partes. Aquí nadie dice nada. Es todo muy opaco y nadie nos facilita información. Desde el club nos ofrecemos a cualquier tipo de reunión para que se nos informe sobre como está la situación, pero seguimos metidos en una espera de más de tres años cuando lo último que supimos era que todo dependía de que se pusieran de acuerdo Puerto y Concello. La verdad que la idea de reunir allí a los clubes de piragüismo, vela, natación, salvamento y kite-surf era muy buena, pero de momento, aquí nadie sabe nada de nada”.

A ese otro lado de la dársena espera una nave diáfana, con vestuarios, oficinas e incluso una sala de juntas. “Con una mínima inversión se tendría una instalación de lujo, aunque para nosotros ya sería un cambio a mejor espectacular solo el mero hecho de estar allí porque ahora mismo somos el club de piragüismo con las peores instalaciones de toda Galicia”, afirma el presidente.

El anunciado proyecto de una estación marítima en el puerto deportivo de Vilagarcía incluso se ve como una tabla de salvación para que el traslado soñado a escasos metros se convierta por fin en una realidad.

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