Con el comienzo de la tercera semana de campaña extractiva, el afamado centollo de O Grove alcanzó su precio máximo en lonja: 25,30 euros por kilo (más impuestos).

Fue la empresa Cetárea Viavélez, desplazada expresamente desde Asturias para adquirir este preciado producto, la que paró la subasta con ese “primer mío”, llevándose con esa cotización alrededor de 160 kilos.

“Hemos venido a O Grove, como hacemos todos los años, porque sabemos de la calidad de su centollo y nuestros clientes nos lo demandan”, explicaba Juan Miguel Canel González, representante de la cetárea asturiana, mientras escogía los ejemplares que iba a llevarse a dicho precio.

Una vez concluida la operación, y mientras, junto a un compañero, introducía el centollo en una furgoneta isotérmica para emprender el viaje de regreso a casa, este comprador confirmaba que la mayor parte de sus clientes están, precisamente, en Asturias.

Aunque también envían producto meco a los mercados de Madrid y Barcelona, como hacen otros compradores habituales en el puerto arousano.

De este modo el precio del crustáceo, que aquí dispone de una marca da calidad propia registrada, “Centollo de O Grove”, parece empezar a repuntar de manera notable, para satisfacción de la flota de enmalle.

Lo hace tras un arranque de temporada que arrojaba enormes dudas y bajos precios, a causa de la caída de la demanda por el cierre del canal Horeca y el confinamiento perimetral en muchos municipios y regiones, entre ellos el propio Concello de O Grove.

Esta subasta a la baja del tercer lunes de actividad fue, por tanto, un soplo de aire fresco para el sector. Y lo mejor de todo, desde el punto de vista de los intereses de la flota, es que avanzó muy lentamente, lo que significa que el centollo siguió pagándose a precios altos en los lotes posteriores.

A modo de ejemplo, puede decirse que salieron a 24 euros los 45,25 kilos despachados a continuación, a 23 los 18 siguientes y a 22 se pagaron otros 79 kilogramos del afamado crustáceo.

Después la puja se paró en 20,70 euros (49 kilos), en 20 (37), 18,7 euros (60 kilos), 18 (117 kilogramos), 16,60 (86 kilos) y en 15,5 euros (60 kilos).

Así hasta llegar a los nueve euros que marca el precio mínimo, el de retirada del producto de lonja, con el que se colocaron en el mercado los últimos 507 kilogramos de centollo.

El buey de mar, otra especie con aceptación

Pero en esta jornada inaugural de la tercera semana de campaña destacó otra especie en la misma situación, el buey de mar, del que ya se dijo en días pasados que brilla por su ausencia porque escasea un año tras otro y porque la flota está más centrada en el centollo. A pesar de todo, en esta ocasión se colocaron en la lonja meca casi 64 kilos de buey, a un máximo de 14 y un mínimo de 8,3 euros. Algunos ejemplares presentaban una imagen envidiable, superando incluso los dos kilos de peso. Cabe señalar la excepcionalidad de esta campaña en la que las medidas adoptadas por el aumento de casos de Covid han supuesto el cierre de toda la hostelería de la localidad, justo cuando comenzaban las jornadas de exaltación de la centolla y que animaba la llegada de muchos visitantes. La flota de enmalle parece ver la luz al final del túnel.

Un soplo de aire fresco