Otros años, por estas fechas, la Cofradía de Cambados estaría inmersa en una vorágine de muestreos de vieira, con vistas a iniciar la campaña unas semanas antes de Navidad. Este, todavía no se ha realizado ninguno. En realidad, ni siquiera es seguro que vaya a haber campaña de la vieira en lo que resta de año, tal y como reconoce el patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa.
“Cabe la posibilidad de que empecemos ya en enero. La empresa (Porto de Cambados) aún tiene algo de vieira, y tal y como está ahora mismo el mercado igual no es el mejor momento para empezar”, manifestó el presidente del pósito. No se trata, de todos modos, de una postura inamovible.
Ruperto Costa indica que en los próximos días habrá reuniones entre las partes implicadas para tomar una decisión, y no puede descartarse que los barcos salgan a capturar vieira para Navidad, siempre y cuando la toxina lo permita.
“Todavía es un poco pronto para determinar lo que se va a hacer. Tal y como están las cosas este año no queda más remedio que ir día a día, porque la situación cambia de un momento para otro”, aseveró el patrón cambadés.
En el sector late el miedo a que la pandemia devalúe el producto de tal forma que la empresa comercializadora, Porto de Cambados, incluso tenga que pagar menos a los pescadores. Algo así ha sucedido con la preciada centolla, que se está vendiendo por debajo del precio de otoños pasados.
Y también podría pasarle a la vieira, al tratarse de un marisco muy demandado por la restauración, que en gran parte de Galicia sigue cerrada, y sin visos de reapertura a corto plazo. Sin las tradicionales cenas de empresa de diciembre, y con la incógnita de como serán las fiestas de Navidad, la vieira de Cambados tendría que competir en el mercado de la gran distribución con el marisco extranjero, de peor calidad y sabor pero bastante más barato.
Otro aspecto a tener en cuenta es que en la pasada campaña las poblaciones de vieira en la ría de Arousa dieron preocupantes síntomas de agotamiento. Las capturas disminuyeron, por lo que tampoco está claro que haya ya suficiente recurso grande para defender una campaña larga para un número elevado de embarcaciones.
En todo caso, aún queda por ver también que harán la empresa Veiro y la Cofradía de Rianxo, pues ambos tienen los permisos y la tecnología necesarios para desarrollar sus propias campañas de vieira en la ría de Arousa.
El precio del centollo sigue bajo para la época
Con los restaurantes de O Grove, Sanxenxo, Cambados, Vilanova y Vilagarcía cerrados, la demanda de centollo se ha resentido. Y eso ha propiciado una caída de precios. Ruperto Costa afirma que en la lonja de Cambados alcanzó en los últimos días picos de casi 19 euros el kilo, “pero está casi siempre a entre 8 y 9 euros el kilo”, por lo que hace un balance descorazonador de una campaña que acostumbraba a reportar alegrías al sector. Por si eso no bastase, en los últimos días las capturas han descendido ligeramente debido al cambio del tiempo. A finales de la semana pasada, se estuvieron subastando en Tragove menos de 300 kilos, frente a los más de 500 que se exponían en la rula la semana anterior. Con la volandeira está sucediendo algo similar. Las compras de las depuradoras para fresco son escasas, de ahí que la mayoría de la producción vaya para las fábricas, que la emplean para conserva. Lógicamente, estas últimas pagan menos. Y aunque nunca se bajó del 1,50 euros por kilo que Cofradía y pescadores pactaron como precio mínimo, el sabor general que han dejado las primeras semanas es agridulce. Los mejores lotes sí se cotizan bien, rondando los 10 euros el kilo, pero son escasos, de ahí que el precio medio al final de la jornada oscile casi siempre entre los 2,50 y los 3 euros.
