El gobierno de Vilagarcía aprobará en el pleno de la próxima semana la ampliación de la suspensión de la ordenanza de terrazas hasta el 31 de diciembre de 2021, de forma que en un periodo de dos años completos (2020 y 2021) los hosteleros de la ciudad solo tendrán que pagar por la ocupación de suelo público con mesas y sillas durante el primer trimestre del ejercicio en curso, antes de que se decretase el primer estado de alarma. La propuesta de prorrogar la anulación del cobro del impuesto cuenta con los informes favorables de Tesorería y Secretaría.
En el pleno del pasado 28 de mayo el ejecutivo de Alberto Varela introdujo la disposición transitoria segunda en la ordenanza, mediante la cual se suspendió la aplicación de la tasa hasta el 31 de diciembre de 2020. Pero teniendo en cuenta que los locales hosteleros de Vilagarcía han tenido que volver a echar el cierre este mes de noviembre por orden de la Xunta como una de las medidas para intentar frenar la pandemia de coronavirus y que el actual estado de alarma estará vigente hasta el 9 de mayo de 2021, el Concello consensuó con el sector la posibilidad de mantener la suspensión de la aplicación de la tasa de terrazas durante más tiempo. “Iban a analizar si era posible la exención total durante 2021 y parece que es así”, comenta el presidente de la Asociación de Hostelería de Vilagarcía, Ricardo Santamaría.
Así, la disposición transitoria segunda de la ordenanza quedará del siguiente modo: “Se suspende la aplicación de la presente ordenanza fiscal en todo lo relativo a la ocupación de terrenos de uso público por mesas y sillas con finalidad lucrativa, hecho imposible recogido en el apartado a) del artículo 1.2 hasta el 31 de diciembre de 2021”.
El alcalde, Alberto Varela, explica en la memoria de la propuesta que se eleva a pleno que “la modificación viene derivada del interés que tiene el Concello en facilitar, en la medida de lo posible, el mantenimiento y recuperación económica del sector de la hostelería, especialmente afectado por las medidas de contención y lucha contra el Covid-19”.
Pese a que los negocios no pagan por sus terrazas, ni ahora que están cerrados ni tampoco lo harán una vez que puedan retomar la actividad, no ocurre lo mismo con el resto de impuestos, ya que a pesar de estar inactivos deben seguir asumiendo sus obligaciones fiscales, como por ejemplo la tasa de basura o la de alcantarillado. “Es una cuestión psicológica. No es lo mismo que te pasen el cobro ahora cuando estás cerrado que si se hiciese en pleno verano, pero bueno, la cantidad es la misma”, apunta Santamaría.
En su caso, decidió mantener abierto su local con servicio de comida para llevar pero no le salían las cuentas, por lo que finalmente ha bajado la verja.
El representante de Ahituvi hace un llamamiento al “sentidiño”, en alusión al cumplimiento de las medidas establecidas para frenar la propagación del coronavirus. “La relajación en las normas nos lleva a quince días más de cierre, y así sucesivamente. Debemos plantearnos lo que queremos y coger el toro por los cuernos. Si vemos a alguien que está incumpliendo debemos darle un toque y llamar a la Policía”, comenta el hostelero. “Hay gente que pensando en la vacuna ya le da igual todo, cuando se están quedando muchas personas por el camino porque se producen muertes a diario”, advierte Ricardo Santamaría.
